En esta ceremonia, se reconoció la labor de personas e instituciones que comparten la misión de dar a conocer la vida contemplativa, apoyar a los monasterios y conventos de España, y orar con las comunidades monásticas.
El evento se llevó a cabo en el Auditorio del Banco Sabadell, reuniendo a un centenar de personas en un acto caracterizado por su sencillez, austeridad y alegría.
La ceremonia comenzó con un Padrenuestro, rezado en conjunto por laicos, clérigos y religiosos contemplativos, estableciendo un ambiente de unión y espiritualidad.
Agustín de Asís, secretario general de la Fundación DeClausura, presentó la entidad y expuso las tres líneas de actuación que definen la misión de la Fundación y las categorías de los Premios: conocer, ayudar y orar.
Premio CONOCER
Raúl Abando, presidente de la Fundación DeClausura, entregó el Premio DeClausura CONOCER 2024 a Santos Blanco, director de la película «Libres Duc in altum», y a Carla Restoy, directora de Marketing de BoscoFilms, coproductora del exitoso documental. Ambos agradecieron el reconocimiento y resaltaron el valor de la vida contemplativa en la actualidad, parafraseando a G. K. Chesterton: «A cada época la salva un pequeño puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales».
Premio AYUDAR
El padre Juan Carlos Ortega, director del Instituto Pontificio CLAUNE, recibió de la mano de Sonia Barbosa, patrona de la Fundación DeClausura, el Premio DeClausura AYUDAR 2024 en reconocimiento a los 73 años de historia al servicio de los Claustros Necesitados.
Durante su discurso, Ortega destacó los frutos espirituales de las iniciativas premiadas y subrayó cómo el silencio de las monjas y monjes de clausura nos muestra la verdadera libertad y el poder de la oración para afrontar la vida.
Premio ORAR
Mª Dolores Esteve, patrona de la Fundación DeClausura, entregó el Premio DeClausura ORAR 2024 a María Teresa Bosch, colaboradora cercana de las Dominicas de Lerma y de la iniciativa premiada: el Reto del Amor.
Bosch, presidenta de la asociación «Un solo corazón en Él», transmitió cómo el reto ha llegado incluso a los católicos perseguidos en China, quienes se saludan con «Vive de Cristo», el lema del reto.
Este galardón fue dedicado a todos los que reciben el reto y desean vivir de Cristo, como destacaron las Dominicas de Lerma en un emotivo vídeo.
«El arco que conecta»
Blanca de Ugarte, responsable de comunicación de la Fundación DeClausura y conductora del acto, explicó el significado de los premios. Las Clarisas de Algezares, conocidas como las Hermanas Pobres, diseñaron el galardón en forma de un arco de claustro de roble, simbolizando la conexión, protección y sostenimiento que representan la vida monástica. Este arco conecta a la sociedad con la sabiduría monástica, protege a las comunidades a través del apoyo material y espiritual, y sostiene espiritualmente a todos mediante la oración de los contemplativos.
Con los tres premios entregados, Raúl Abando clausuró el acto y anunció la convocatoria para los Premios DeClausura 2025, dejando un sentimiento de gratitud y compromiso con la vida contemplativa.
Esta celebración destacó la importancia de valorar y apoyar el monacato, reconociendo su papel como faros que iluminan la vida espiritual y comunitaria de la sociedad.