Se abrían las puertas del vagón en el tren 7 revelando una escena poco común: un obispo, rodeado de su rebaño en una peregrinación en transporte público. Se trata del Reavivamento Eucarístico nacional, una iniciativa lanzada por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos en 2022.
“De eso se trata: de ir al encuentro de la gente allí donde está. Eso es lo que hizo el Señor, ¿verdad? La vida está aquí abajo, en los subterráneos”, dijo monseñor Brennan.
“Nunca antes había compartido el subterráneo con un obispo, y me atrevo a decir que muchos de nosotros tampoco lo hemos hecho «afirmaba un pasajero.
El obispo Robert Brennan, de la diócesis de Brooklyn, no es un obispo típico, pero no por eso deja de ser un líder espiritual admirable. Su llegada al Brooklyn en 2021 fue un hito en la vida de la diócesis, y su presencia trajo consigo una energía renovada y un fervor palpable entre los fieles.
Su carácter amable y su profunda espiritualidad se hacían evidentes a medida que compartía el trayecto con su rebaño, rumbo al Estadio Louis Armstrong en Flushing Meadows.
El propósito: participar en el Reavivamiento Eucarístico, un evento trascendental para la Diócesis de Brooklyn. A lo largo del viaje, más fieles se unían al grupo, llenando los vagones con cantos, risas y una alegría contagiosa.
“Al llegar a la estación de Mets-Willets Point, la celebración estaba en pleno apogeo. Sin embargo, lo mejor estaba por venir. La jornada transcurrió con miles de personas recorriendo el vecindario para unirse a la celebración del Reavivamiento Eucarístico de la diócesis” así lo relatan algunos de los asistentes.
Pero fue durante la procesión Eucarística donde ocurrió un momento que conmovió profundamente a todos los presentes. Cuando el obispo Brennan, portando a Cristo en la Eucaristía, se hizo visible ante la multitud, estallaron los aplausos. No eran simples aplausos, eran muestras de alegría desbordante, de gratitud hacia Cristo presente entre ellos.
El sonido envolvía el estadio, penetrando en corazones y almas de más de 6.500 peregrinos, mientras los rostros sonrientes y con lágrimas en los ojos se volvían hacia Él. Era un momento de comunión y conexión espiritual que trascendía las palabras.
La oración era evidente en el estadio Louis Armstrong en Queens, el lugar donde normalmente compiten las estrellas del tenis de Estados Unidos.
Había 60 sacerdotes, 20 diáconos y 15 seminaristas sentados en la cancha. Las gradas estaban llenas de fieles de al menos 35 parroquias de Brooklyn y Queens.
En 2019, un estudio reveló que sólo un tercio de los católicos estadounidenses cree en la transubstanciación, y en todo el país, la Iglesia ha celebrado eventos para cambiar esas cifras.
Este evento en Queens fue solo el preludio de un acontecimiento aún más monumental: el Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis, que se llevará a cabo del 17 al 21 de julio. Este congreso, el primero en 83 años, reunirá a más de 100,000 fieles de todo Estados Unidos en un acto de fe y devoción sin precedentes.
En medio de la alegría y la energía palpable, quedó claro que la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía sigue siendo un pilar fundamental para los católicos de todo el país. Y mientras el tren se alejaba de Queens, dejando atrás los ecos de los cantos y aplausos, quedaba en el aire la certeza de que la fe seguía viva y vibrante en los corazones de aquellos que participaron en este emocionante viaje de fe.