El pasado 30 de octubre publiqué en Forum Libertas un artículo en el que comparaba las coincidencias entre un episodio de la Segunda Guerra Mundial y el actual conflicto en Gaza. En 1943 un grupo de partisanos mató en un atentado en Roma a 33 soldados alemanes, así como a un niño y a un civil, ambos italianos, que se hallaban en las cercanías. Como represalia, los nazis ejecutaron en la matanza de las Fosas Ardeatinas a 10 italianos por cada alemán muerto: perecieron 335 italianos, todos ellos hombres adultos.
En mi artículo me preguntaba si las represalias israelíes por el ataque de Hamás el 7 de octubre llegarían a ese extremo.
Pues bien, los crímenes de los nazis en las Fosas Ardeatinas han sido superados con creces por los de los israelíes en Gaza: por 1.200 israelíes asesinados por Hamás hay ya 20.400 palestinos masacrados por las fuerzas armadas de Israel. A ellos se deben sumar 7.000 palestinos desaparecidos, en su mayoría probablemente enterrados bajo los escombros. Se ha matado ya a más de 7.000 niños. En Gaza, desde el 7 de octubre, el ejército israelí masacra a 90 niños cada día. El hambre y la desnutrición, las enfermedades y la imposibilidad de obtener atención médica, la destrucción de las viviendas y la falta de escapatoria convierten a Gaza en un infierno para los supervivientes.
Como la matanza continúa sin interrupción, cuando usted lea esto, el número de víctimas será aún mayor.
En un artículo reciente, el Sr. Pou Sabaté, colaborador habitual de Forum Libertas, contaba el ataque israelí a una indefensa parroquia católica y el asesinato de dos de sus colaboradoras bajo el calumnioso pretexto de que el templo albergaba a “terroristas”. Un artículo de la CNN cuenta las atrocidades que han sufrido los pacientes y el personal de un hospital atacado por los israelíes. Podrían citarse cientos de ejemplos más del exterminio y de las torturas que está sufriendo la población de Gaza. Mientras tanto, la “ayuda humanitaria” llega con cuentagotas, porque el gobierno israelí la dificulta tanto cuanto puede.
Durante la Nochebuena en Gaza, los bombardeos, convertidos ya en rutina, mataron a 70 civiles. También Belén está cercada por las fuerzas policiales y militares judías, que dificultan inmensamente el acceso a la ciudad, así como la salida de la misma. No hay ninguna libertad de circulación. Por supuesto, es imposible para los fieles peregrinar al lugar en que nació Jesucristo. Todas las celebraciones navideñas en la ciudad del Nacimiento han debido ser canceladas.
En estos días no solamente celebramos la Navidad, el advenimiento de un nuevo año y la Epifanía, sino también las festividades de San Esteban, el 26 de diciembre, y de los Santos Inocentes, el día 28. San Esteban, cristiano seguramente de origen griego, tal vez discípulo directo de Jesús, fue uno de los primeros diáconos de la Iglesia. Acusado calumniosamente de blasfemia, fue llevado, como Jesús, ante el Sanedrín, donde dio testimonio de su fe en Cristo, por lo cual los judíos lo mataron a pedradas, tal y como cuentan los Hechos de los Apóstoles. San Esteban es el primer mártir de la Iglesia.
El Evangelio según San Mateo dice:
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».
Los que calumniaron, juzgaron y mataron a San Esteban siguen haciéndolo. Ya no tiran piedras, ahora disparan fusiles y lanzan bombas.
¿Qué diferencia hay entre el martirio del santo y el asesinato de las dos católicas palestinas en una parroquia a la que, mintiendo desvergonzadamente, se acusaba de ser base terrorista? Herodes sigue sentado en su trono en Jerusalén y sigue ordenando matar a los inocentes.
¿Qué diferencia hay entre los niños palestinos que hoy son derribados por las balas en Gaza y los que hace dos mil años fueron pasados a cuchillo en Belén? Los asesinos de las Fosas Ardeatinas siguen entre nosotros. Ya no llevan la cruz gamada en sus banderas, sino la estrella de David.
No importa donde ocurran estas cosas. No importa si los criminales son o no judíos o si lo son o no las víctimas. Donde hace dos mil años cayeron degollados los Santos Inocentes y lapidado San Esteban la historia se repite. También en Navidad.
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3 Comentarios. Dejar nuevo
Un gran artículo. Gracias
Gracias a Ud. por su comentario. Me alegra que coincida con mi modo de ver este conflicto. Le deseo un feliz 2024.
Una vez más, felicito al Sr. Messerschmidt por su acertado escrito. Pienso que los judíos son occidentales, y tienen una idea de lo que es persona como imagen de Dios, y de lo que es democracia en el sentido de evitar métodos dictatoriales y leyes sangrientas. Pero aunque no haya las masacres que en algunos países islamistas sufren las personas, por ejemplo en los templos cristianos, el actual régimen judío está haciendo cosas vergonzantes. Sistemáticamente está ganando territorio palestino, en una espiral de violencia que parece no tener fin. Y en los territorios ya ocupados, y en la misma Jerusalén, está desplazando a los que no son judíos, ahogando tanto a los palestinos por el hecho de ser palestinos, como por el hecho de ser cristianos. La conquista violenta y matanza de inocentes es un hecho, aunque se excusen si en un acto concreto había objetivos de Hamas: estos actos, al ser múltiples y diarios, los observo como una planificación sistemática… y me da malos presagios para encontrar una paz en la zona hasta que todo eso desaparezca. El perdón y el diálogo es una riqueza del pueblo judío, como también la represalia y el fanatismo están en esa misma tradición. Como la imagen de que dentro de nosotros tenemos un lobo negro asesino, y un lobo blanco de paz, y que según al que alimentemos, ganará. Ojalá Israel alimente el lobo blanco, y deje de lado el lado oscuro…