Tras las elecciones presidenciales de Argentina el domingo 19 de noviembre, ganadas por el economista libertario tildado de “antipapa” Javier Milei, su nueva vicepresidenta de Argentina ha recibido críticas en los medios de comunicación por sus puntos de vista y prácticas católicas tradicionales.
Victoria Villarruel, de 48 años, elegida con la reciente victoria de su compañero Milei, ha sido descrita como miembro de “una facción católica marginal y ultraconservadora” y alguien que se involucra en “rituales secretos” (la antigua liturgia latina) por la prensa argentina.
En particular, recibió críticas por su presunta asistencia a una capilla de la Fundación Sociedad de San Pío X (FSSPX) en el centro de Buenos Aires, y los críticos llamaron especialmente la atención sobre el hecho de que la FSSPX alguna vez fue el hogar del obispo (ahora expulsado) Richard Williamson, quien ha sido acusado de negar el holocausto.
Se ha prestado atención a su cargo de presidenta honoraria de la Fundación Tridentina de Valores Clásicos. El grupo no sólo comparte su nombre con la forma de liturgia a la que se sabe que asiste, sino que también promueve “conocimientos clásicos” como el estudio del griego y el latín junto con el “fortalecimiento de valores y virtudes” en la educación y la defensa de las tradiciones, unidad familiar y vida desde el momento de la concepción.
Villarruel, junto con Milei, también ha sido criticada por oponerse abiertamente el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, ambos temas muy controvertidos en la política argentina, especialmente desde que el país legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2010 y el aborto en 2020.
Las opiniones de Villarruel sobre este último tema están alineadas con las de la ciudadanía argentina. La administración justicialista saliente convirtió a Argentina en apenas el segundo país sudamericano en legalizar el aborto hace tres años, ante una protesta generalizada, a pesar de que las encuestas mostraban que sólo alrededor del 44% del electorado estaba a favor de su legalización, mientras que una mayoría de alrededor del 50-60% se opuso.
En 2019, participó en la 45a peregrinación anual a Nuestra Señora de Lujàn, un santuario nacional al que otorgaron reconocimientos y honores los Papas Pío XI, Pío XII y Juan Pablo II.
«Pude caminar los 65 km y ver a la Virgen de Luján”, anunció Villarruel en ese momento en las redes sociales, “Patrona de la Argentina. Realmente es un esfuerzo enorme, pero caminar con otros, unidos en la Fe, ver la humildad de las casas, de los pueblos y de los peregrinos, pone todo en perspectiva”.
Desde su elección, Javier Milei, que anteriormente había sido un crítico vociferante del Papa llamándolo llegando a llamarlo “imbécil”, ha hablado con el pontífice por teléfono, aunque se desconoce quién inició la llamada.
«Nos complace anunciar que Su Santidad el Papa Francisco habló con nuestro futuro presidente para felicitarlo y expresarle sus deseos de unidad y progreso para nuestro país», dijo la oficina de Milei en un comunicado.