En un contexto político agitado, distintos obispos españoles han alzado su voz para oponerse a la propuesta de amnistía de Sánchez, presidente del Gobierno, calificándola como un acto de injusticia y una amenaza a la convivencia nacional.
Estos líderes eclesiásticos, conocidos por su valentía y compromiso con los valores morales, han emitido declaraciones contundentes contra lo que consideran un pacto inmoral para perpetuar el poder a costa de la integridad de España.
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha sido uno de los más vocales en este tema. En declaraciones a Radio María, Munilla describió las negociaciones de Sánchez con partidos independentistas como «profundamente inmorales».
Expresó que es doloroso «pretender tomar por tonta a una nación», enfatizando que los valores morales cristianos están en juego en esta situación. Además, propuso un pacto entre el PSOE y el PP para evitar lo que él considera un «episodio muy duro y triste» en la política española.
Por su parte, el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha enfocado su crítica en el nacionalismo, argumentando que amenaza la convivencia y cuestiona la soberanía de España.
En su carta ‘Valoración moral del nacionalismo’, Gómez Sierra destacó la importancia de la dignidad humana como cimiento del orden político y la paz social.
Antonio María Rouco Varela, cardenal arzobispo emérito de Madrid, también se ha pronunciado. Durante un evento público en el Congreso de Católicos y Vida Pública del CEU de Madrid, criticó la secesión unilateral y la amnistía como contrarias a la Doctrina Social de la Iglesia, destacando que tales acciones no son aceptables desde un punto de vista ético y moral.
En el norte, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha sido igualmente franco en sus comentarios. Describió la propuesta de amnistía como una «amnesia calculada» con consecuencias dañinas para España. En sus declaraciones y escritos en redes sociales.
Sanz Montes ha criticado duramente al PSOE, acusándolo de ser «cómplice» en la venta de principios por mantenerse en el poder.
El Arzobispo de #Oviedo, sobre la ley de #amnistia.
🗣️ «No es una amnistía generosa, sino una amnesia calculada».
Las palabras de Monseñor @jsmofm @ArchiOviedo, aquí ⬇️https://t.co/Td2b2m4lrb
— COPE Asturias (@COPEAsturias) November 14, 2023
Finalmente, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, se ha manifestado sobre el tema, desde una perspectiva más reflexiva. Argüello ha enfatizado que los pilares básicos de la convivencia, como la libertad, igualdad, solidaridad y seguridad jurídica, están en riesgo con la propuesta de amnistía.
Argüello ha instado a los ciudadanos a expresar sus opiniones con verdad y firmeza, y a no dejarse llevar por emociones que propician la violencia y el caos.
En su conjunto, estas voces representan un sector significativo de la Iglesia Católica en España, preocupado por la integridad moral y política del país. Sus palabras resuenan en una sociedad dividida, recordando la importancia de mantenerse fieles a los principios éticos y a la unidad de la nación.
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Desgraciadamente no toda la Iglesia reacciona igual. El obispo de Urgel, monseñor Vives, abogaba por «medidas de gracia», «una segunda oportunidad» y «perdón» en clara referencia a la amnistía. Pero lo cierto es que los amnistiables no quieren ser perdonados, pues no muestran ningún arrepentimiento y la «segunda oportunidad» sólo puede referirse a una repetición de los delitos por los que están imputados y que, como ya han anunciado, volverán a cometer. Así que démosles otra oportunidad de delinquir, quizá esta vez lo hagan con más éxito. También es destructiva la actitud de la abadía de Montserrat: su abad se entrevista con Puigdemont en agosto en Cuixá, su prior «peregrina» a Waterloo en noviembre con el pretexto de explicarle a Puigdemont las celebraciones por el milenario del monasterio. ¿Desde cuando una abadía benedictina da cuenta de tales actos a un delicuente fugado? La Iglesia española también tiene ovejas negras. Claro que los que he mencionado aquí, con toda seguridad, dirán que ellos de españoles no tienen nada…
ME DA MUCHA PENA QUE OBISPOS I CARDENALES SE METAN EN CUESTIONES POLÍTICAS QUE SON OPINABLES. nO SON DOGMAS NI MUCHO MENOS.