El Juzgado 5 de Sant Feliu de Llobregat ha archivado el procedimiento contra Toni Soler, Judit Martín y Jair Domínguez, los tres humoristas de TV3 que parodiaron y atacaron a la Virgen del Rocío en el programa «Està passant». El magistrado dictaminó que, aunque el gag pueda incomodar a ciertas personas, no constituye un delito y se enmarca dentro de la libertad de expresión. ¿Hubiera sentenciado de igual modo si el colectivo atacado hubiera sido el de las mujeres, los homosexuales o los musulmanes en lugar de los cristianos? La realidad es que sale gratis insultar al cristianismo.
La denuncia original se presentó después de que en una emisión del programa el 4 de abril, se presentara una sátira donde una actriz vestida como la Virgen del Rocío sostenía un muñeco que simulaba al niño Jesús.
Durante la emisión, los presentadores hicieron bromas sobre las procesiones de Semana Santa, así como chistes relacionados con la vida sexual de la figura y su acento andaluz. La Fundación Española de Abogados Cristianos consideró que estas bromas constituyeron un «ataque contra los sentimientos religiosos».
A raíz de la sátira, hubo peticiones de disculpas públicas por parte de entidades como la Junta de Andalucía y la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña. Sin embargo, la cadena autonómica catalana mantuvo su postura, y la humorista Judith Martín volvió a caracterizar la figura religiosa en el programa «Polònia».
En su dictamen, el juez argumentó que no se evidencia ningún mensaje de incitación al odio o violencia contra quienes profesan la fe católica. Por otro lado, resaltó que la parodia no impidió la celebración de actos religiosos, ni afectó la Semana Santa ni la romería de la Virgen del Rocío de ese año.
La decisión judicial pone de manifiesto el debate sobre los límites de la libertad de expresión y la protección de los sentimientos religiosos, pero también que sale gratis insultar al cristianismo.
1 Comentario. Dejar nuevo
Incitación al odio contra los católicos no la hay, claro está, pero también está muy claro que hay provocación malintencionada, como cuando una persona escarnece a la madre de otra persona, por ejemplo. Burlas así son una incitación a que la persona ofendida reaccione con violencia. Estos graciosillos de TV3 saben muy bien que para los católicos la Virgen Maria, se la llame del Rocío, de Montserrat, o como sea, es la Madre de Jesús y que quienes profesan la fe católica la sienten y aman como su Madre. La burla, por tanto, es brutal y despiadada, y hecha a posta para ofender, además de que carece de gracia y le sobra obscenidad, por lo que tampoco puede apelarse al sentido del humor de los católicos, y menos a su buena fe, ya que la intención descarada no era provocar risa sino irritar hiriendo sentimientos. Los autores del escarnio sabían muy bien lo que hacían, así como que recibirían quejas, denuncias e imputaciones de las que saldrían incólumes.
A la vista del resultado, me atrevería a recomendar que en otros casos similares se haga caso omiso, y que a esta gente, que vive de la burla facilona, se la ignore y no se le dé publicidad por medio de denuncias con las que al final, como en este caso, aun salen ganando, puesto que les regalan la absolución junto con un certificado de libertad de expresión que les incita a seguir burlándose de lo mismo mientras los católicos se quedan con un palmo de narices.