En los últimos años, las órdenes religiosas de Irlanda han cerrado casas comunitarias en todo el país debido a la falta de vocaciones, lo cual revela en parte una pérdida de religiosidad en Irlanda.
Estos cierres normalmente van acompañados de breves artículos de noticias en los que la gente local expresa su tristeza, pero pocos entre el público en general se dan cuenta del impacto. Antes de Navidad se cerró el convento franciscano en Athlone, Co Westmeath.
Situada a orillas del río más grande de Irlanda, el río Shannon, Athlone es una pequeña ciudad de 20 mil habitantes en una parte de Irlanda menos poblada y rezagada tanto económica como infraestructuralmente. Se encuentra a unas 12 millas de las ruinas del importante monasterio de Clonmacnoise, fundado por San Ciarán. Históricamente una base militar clave, Athlone ahora está tratando de regenerarse. Sin embargo, en contraste con las ciudades más grandes, la vida se siente menos estresada en Athlone, el lugar de nacimiento del famoso tenor irlandés Count John McCormack.
Al llegar a la ciudad alrededor de 1235, los franciscanos cambiaron de ubicación varias veces a lo largo de los siglos. Durante la época de las Leyes Penales, sirvieron como clérigos parroquiales de la Diócesis de Clonmacnoise cuando los sacerdotes evadían la captura. Durante el apogeo de la persecución, los frailes se vieron obligados a vivir y ministrar los sacramentos en secreto en el campo.
Sobrevivieron al encarcelamiento, el transporte y la muerte en algunos casos para mantener viva su presencia y la fe católica en el pueblo. A principios de 1700, finalmente llegaron al lugar en Athlone donde permanecerían durante unos 300 años. La iglesia actual se inauguró en 1932, originalmente dedicada a los «Cuatro Maestros» que comenzaron sus influyentes Anales en 1628 en Athlone, pero luego se volvieron a dedicar a San Antonio de Padua.
Construido solo ocho años después de la fundación del Estado Libre de Irlanda, St Anthony’s es, en muchos sentidos, una manifestación física del nuevo estado. El interior románico de la iglesia contiene cinco hermosas vidrieras de los icónicos Harry Clarke Studios, mientras que el exterior se remonta a la época dorada del cristianismo celta de la cercana Clonmacnoise con su torre campanario redonda y su cruz celta.
El dinero, recaudado desde 1919, construyó una iglesia impresionante que representaba el orgullo de la comunidad local por su fe y herencia, después de haber sufrido siglos de supresión. En el transcurso del siglo siguiente, los frailes de St Anthony sirvieron humildemente a las necesidades espirituales de Athlone, al mismo tiempo que sirvieron como Casa de Formación para los franciscanos en Irlanda durante muchos años.
Desde el punto de vista religioso, la salida de los franciscanos supondrá un duro golpe para la gente de Athlone y las zonas vecinas. Un número considerable también viajaba largas distancias diariamente al convento para el Sacramento de la Confesión.
El clero secular ya sobrecargado en Athlone ahora tendrá una carga aún mayor de deberes que cumplir. Si bien los católicos practicantes aún podrán asistir a Misa en otros lugares y la Iglesia se ha mantenido en funcionamiento a corto plazo, la parroquia ha perdido parte de su identidad y el pueblo ha perdido parte de su patrimonio vivo. Es también síntoma de la pérdida de religiosidad en Irlanda
El 8 de enero de 2023, los franciscanos partieron de Athlone después de una presencia de casi 800 años. ¿Qué le sucede a un pueblo una vez que una parte vital de él, durante siglos, se va?
