En las últimas elecciones generales del 23J el partido verde ha perdido 19 diputados y tiene sólo 33, una cifra que le limita la acción parlamentaria y que ha significado un tropiezo de Vox.
Los de Santiago Abascal han perdido más de 600.000 votos y han pasado de 52 a 33 diputados. Este descenso en la representación parlamentaria deja el partido conservador sin las cartas que ha utilizado durante la última legislatura: no podrán presentar una moción de censura en solitario, ni tampoco podrán recurrir al Tribunal Constitucional. ¿qué significa esto para la visión cristiana?
Esas herramientas con las que contaba Vox benefició algunas cuestiones que sostiene los valores cristianos, teniendo en cuenta que parte del electorado considera que Vox defiende algunos de los valores que representa la acción de la mirada católica en la actualidad. Es por eso que esta legislatura, si queda como está, vamos a ver menos acciones de ese tipo.
Durante la última legislatura Vox ha promovido en solitario dos mociones de censura contra el ahora presidente en funciones, Pedro Sánchez, que no proliferaron.
La primera fue en el 2020, en plena pandemia, y el propio Abascal fue el candidato alternativo a la presidencia. La última moción de censura fue este marzo, y en esta ocasión el candidato alternativo fue Ramón Tamames.
Con los resultados del domingo 23 de julio, esto ya no será posible. Para presentar una moción de censura se necesitan al menos las firmas de un 10% de los escaños, que son 35 diputados. Por eso, si quieren repetirlo necesitarán el apoyo de al menos dos diputados más de otros grupos políticos.
Los recursos al Tribunal Constitucional
En cuanto a los recursos en el Tribunal Constitucional, los conservadores han presentado al tribunal una cincuentena de recursos contra leyes aprobadas en el Congreso entra las que destacan para los cristianos la de la Ley del aborto, la de la Ley de eutanasia, o la de la Ley Trans, por ejemplo.
La ley contempla que puedan presentar recursos en el Constitucional el presidente del gobierno, el defensor del pueblo, 50 diputados o 50 senadores, además de los gobiernos y parlamento autonómicos. Por eso, con los ahora escasos 33 diputados, la vida de los recursos jurídicos también queda bloqueada para Vox.
La mayoría de los votos los han perdido en las comunidades autónomas donde los de Vox tienen cuota de poder. De los 19 diputados a los que han tenido que renunciar, 12 son de autonomías donde ostenta varios cargos a raíz de pactos con el PP, el partido más beneficiado del tropiezo de Vox.
En Castilla y León donde forman parte del gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, han perdido hasta cinco escaños; en Andalucía han perdido tres y más de 200.000 votos; en la Comunidad Valenciana han perdido 2 diputados; mientras que en Extremadura y en las islas Baleares han perdido uno en cada sitio.
3 Comentarios. Dejar nuevo
No se ha perdido mucho. En política social Vox está más lejos que nadie de la doctrina social de la Iglesia. En medio ambiente sería un desastre. En economía es neoliberalismo puro. Cierto que en cuestiones de «género» tiene una posición muy correcta, pero hay más problemas que ese solo, por muy grave que sea. Con Vox lo que se podría ganar por un lado se perdería por otro. Identificar a un partido político con el cristianismo es siempre un gran error que sólo trae perjuicios. Y quizá también un poco una blasfemia.
Política social no es mantener a miles de inmigrantes inactivos y sus familias
Vaya, vaya. En España la gente se ha olvidado muy rápido del tiempo en que el país era uno de los mayores exportadores de pobres, muy pobres, en su mayoría sin formación, muchos de ellos analfabetos, que buscaban de qué vivir en el extranjero. Esos españoles pobres se beneficiaban de la acogida generosa que les dispensaban en Latinoamérica y en muchos países de Europa. En países como Alemania, Holanda, etc., que ya en las décadas de 1960 y 1970 tenían avanzados sistemas de protección social, los inmigrantes españoles gozaban de muchas de esas ventajas. En aquellos tiempos la mayor fuente de divisas de España eran las aportaciones de aquellos que, entre los emigrados, más suerte habían tenido y ganaban lo bastante para enviar dinero a sus familias en España. España fomentaba la emigración de sus ciudadanos al extranjero, entre otras cosas para sacarse a una población «excedente» de encima y para que estos enviaran dinero desde fuera. Esto duró hasta la década de 1970. Y aún ahora siguen saliendo muchos españoles al extranjero en busca de una vida mejor. Pero de eso no queremos acordarnos… Una vergüenza.