En los últimos días, el mundo del fútbol ha sido testigo de una polarización política en las redes sociales, con la pérdida masiva de seguidores de varios clubes de fútbol de Primera División en España.
La publicación en Instagram de una foto con la bandera arcoíris, en apoyo al homosexualismo político y la ideología LGTBI, ha generado reacciones masivas entre los aficionados, dejando al descubierto cómo el posicionamiento político de los clubes genera divisiones entre sus seguidores y perjudicar la imagen de los equipos.
El Fútbol Club Barcelona ha sido uno de los clubes más afectados por esta polarización. Después de publicar la foto en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, un total de 440.000 personas han dejado de seguir la cuenta oficial del equipo azulgrana en Instagram. Esto representa un descenso drástico en comparación con la ganancia promedio de 30.000 seguidores por día que el club solía experimentar. Incluso al día siguiente, se perdieron 133.000 seguidores adicionales, alcanzando un total de 440.000 seguidores perdidos.
Sin embargo, el Barça no ha sido el único afectado por esta situación. Otros ocho equipos de la Primera División también han sufrido una disminución en el número de seguidores después de publicar mensajes similares de apoyo a la comunidad LGTBIQ+. Valencia (-2.299), Athletic (-1.218), Real Sociedad (-605), Osasuna (-344), Getafe (-168), Celta (-152) y Mallorca (-73) también han perdido seguidores en sus cuentas oficiales de Instagram. Solo el equipo Las Palmas ha sido una excepción, ya que no perdió seguidores, sino que ganó 67 nuevos seguidores.
Estos datos demuestran cómo el uso sesgado de un fenómeno de masas como el deporte, en beneficio de ideologías concretas, puede alienar a una parte de los seguidores. El periodista David Saura, ex responsable de los contenidos digitales del Barça y cofundador de Xerpa Studio, ha destacado este fenómeno y lo ha compartido a través de sus redes sociales.
La pérdida masiva de seguidores en las redes sociales de estos equipos de fútbol refleja la necesidad de reflexionar sobre el uso de plataformas deportivas para expresar posturas políticas e idelógicas no contrastadas científicamente. Los seguidores no compran cualquier cosa. Si bien es importante que los equipos y jugadores se impliquen en cuestiones sociales y defiendan causas justas, es fundamental no adherirse a ideologías concretas que polarizan y excluyen a parte de sus seguidores.
La diversidad de opiniones y la tolerancia son valores esenciales en una sociedad democrática. Los clubes de fútbol, como fenómeno de masas, tienen la responsabilidad de no participar de estrategias ideológicas políticas concretas como la del homosexualismo político.
1 Comentario. Dejar nuevo
A ver qué dirán estos ceporros como el Futbol Club Barcelona cuando su equipo femenino tenga que competir contra un equipo Trans formado por hombres reconvertidos en mujeres. ¿Colgarán esos trapos de colorines para celebrarlo? No, claro que no, entonces se quejarán a la Federación porque no hay derecho. ¿En qué quedamos, pues?