Los cirineos y Jesús apresuran el paso, se dan la vuelta para ver hacia atrás, y se echan a correr… Los policías del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo los persiguen muy de cerca. Las cruces que cargan y las túnicas que visten los fieles van quedando tiradas en las calles de Nindirí, una pequeña ciudad del departamento de Masaya, situada a 26 kilómetros de Managua. Es Lunes Santo y los uniformados ejecutan la orden de la pareja presidencial: prohibir a los católicos del país realizar procesiones y tradiciones de Semana Santa. Así es como narra el diario El País el episodio sucedido en Nicaragua esta Semana Santa, un episodio que se suma a tantos otros fruto de la cristianofobia de Ortega.
Un policía logró interceptar a uno de los jóvenes vestidos de cirineos cerca de la iglesia Santa Ana, en Nindirí, y le dijo que la actividad religiosa estaba prohibida. “Sólo te lo digo, nada más”, le advierte el policía, de acuerdo con un video que circuló en redes sociales. Esta tradición de Semana Santa es una de las más llamativas en el departamento de Masaya. Participan hombres, mujeres, jóvenes y niños vestidos con túnicas, cordones y mantos con cruces al hombro que simulan a Simón de Cirene quien, según el relato bíblico, ayudó a Jesucristo a llevar la cruz al Calvario.
Las procesiones de Semana Santa son las más importantes de los católicos. Además de ser muy concurridas, son tradiciones populares. La Arquidiócesis de Managua realizó la tradicional Procesión del Triunfo con la imagen de Jesucristo en un costado de la Catedral Metropolitana. Por su parte, el viacrucis acuático en las isletas del gran lago Cocibolca, una tradición de más de 40 años iniciada por el padre Omar Cordero de la parroquia Guadalupe de Granada, también fue cancelada por orden del régimen sandinista. En su lugar, el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) realizará su propio viacrucis acuático en las isletas, sin la bendición de una autoridad religiosa de la Diócesis de ese departamento.
Lo mismo sucedió con la procesión del Jesús del Triunfo en León, una de las diócesis más grandes del país que es administrada por el obispo Socrates Sándigo, un religioso afín al Gobierno. En la comunidad de Popoyuapa, en el departamento de Rivas, la imagen de Jesús del Rescate también se quedó en el templo. A diferencia de años anteriores, el Viernes de Dolores no estuvo acompañado por el tradicional peregrinaje que realizan los devotos hacia el santuario. Las autoridades argumentaron la cancelación por “motivos ajenos a nuestra voluntad”.