¿Cómo perciben los cristianos estadounidenses el denominado cambio climático?

La mayoría de los adultos estadounidenses, incluida una sólida mayoría de cristianos y un gran número de personas que se identifican con otras tradiciones religiosas, consideran que la Tierra es sagrada y creen que Dios les dio a los humanos el deber de cuidarla, según la última encuesta del think tank Pew Research Center.

El gráfico muestra que los estadounidenses muy religiosos dicen abrumadoramente que Dios les dio a los humanos el deber de proteger y cuidar la Tierra, pero muchos menos ven el cambio climático como un problema grave.

Sin embargo, la encuesta también encuentra que los estadounidenses muy religiosos (aquellos que dicen rezar todos los días, asisten regularmente a servicios religiosos y consideran que la religión es muy importante en sus vidas) son mucho menos propensos que otros adultos estadounidenses a expresar su preocupación por el aumento de las temperaturas en todo el mundo.

La encuesta revela varias razones por las que los estadounidenses religiosos tienden a estar menos preocupados por el cambio climático. La primero y más importante es la política: el principal impulsor de la opinión pública estadounidense sobre el clima es el partido político, no la religión. Los estadounidenses muy religiosos están más inclinados que otros a identificarse o inclinarse hacia el Partido Republicano, y los republicanos tienden a ser mucho menos propensos que los demócratas a creer que la actividad humana (como la quema de combustibles fósiles) está calentando la Tierra o a considerar el cambio climático como un problema serio.

Los estadounidenses religiosos que expresan poca o ninguna preocupación por el cambio climático también dan una variedad de otras explicaciones para sus puntos de vista, incluso que hay problemas mucho más grandes en el mundo de hoy, que Dios tiene el control del clima y que no creen en que el clima en realidad está cambiando. Además, muchos estadounidenses religiosos expresan su preocupación por las posibles consecuencias de las reglamentaciones ambientales, como la pérdida de libertades individuales, menos empleos o precios más altos de la energía.

Finalmente, el cambio climático no parece ser un tema muy discutido en las congregaciones religiosas. Y pocos estadounidenses ven los esfuerzos por conservar energía y limitar las emisiones de carbono como cuestiones morales.

La nueva encuesta, realizada del 11 al 17 de abril de 2022, encuentra que aproximadamente las tres cuartas partes de los estadounidenses afiliados religiosamente dicen que la Tierra es sagrada. Una proporción aún mayor (80 %) expresa un sentido de protección, total o mayoritariamente de acuerdo con la idea de que “Dios dio a los humanos el deber de proteger y cuidar la Tierra, incluidas las plantas y los animales”. Dos tercios de los adultos estadounidenses que se identifican con un grupo religioso dicen que las Sagradas Escrituras contienen lecciones sobre el medio ambiente, y alrededor de cuatro de cada diez (42 %) dicen que han orado por el medio ambiente en el último año.

Estos puntos de vista son comunes en una variedad de tradiciones religiosas. Por ejemplo, las tres cuartas partes de los protestantes evangélicos y los miembros de iglesias protestantes históricamente negras dicen que la Biblia contiene lecciones sobre el medio ambiente. Más de ocho de cada diez miembros de esos dos grupos dicen que Dios les dio a los humanos el deber de proteger y cuidar la Tierra. Y alrededor de ocho de cada diez católicos estadounidenses y protestantes principales, así como el 77% de los miembros de religiones no cristianas, dicen que la Tierra es sagrada.

Pero los cristianos estadounidenses no representan una unión clara en sus puntos de vista sobre el cambio climático. Si bien la mayoría de todos los grandes subgrupos cristianos de Estados unidos dicen que piensan que el cambio climático global es al menos un problema algo serio, hay diferencias sustanciales en los porcentajes que lo consideran un problema extremadamente o muy serio, que van desde el 68% de los adultos que se identifican con el tradición protestante históricamente negra al 34% de los protestantes evangélicos. Y la mitad o menos de las personas encuestadas en todas las principales tradiciones protestantes dicen que la Tierra se está calentando principalmente debido a la actividad humana, incluido el 32% de los evangélicos.

En promedio, las personas menos religiosas tienden a estar más preocupadas por las consecuencias del calentamiento global. Por ejemplo, los adultos sin afiliación religiosa (aquellos que se describen a sí mismos como ateos, agnósticos o “nada en particular”) son mucho más propensos a decir que el cambio climático es un problema extremadamente o muy grave (70 %) que los estadounidenses con afiliación religiosa en general ( 52%). Y las personas que tienen un nivel bajo de compromiso religioso son mucho más propensas que aquellas con un nivel medio o alto de compromiso religioso a preocuparse por el cambio climático. La mayoría de los estadounidenses muy religiosos ven el cambio climático como un problema al menos algo serio, pero menos de la mitad (42%) dice que es un problema extremadamente o muy grave, frente al 72% de los adultos menos religiosos.