El cardenal Willem Eijk de Utrecht, Países Bajos, denunció un documento elaborado por obispos de habla flamenca en Bélgica que se muestra favorable a bendecir a las parejas homosexuales porque, apunta, socava “la enseñanza de la Iglesia sobre la moralidad del matrimonio y la ética sexual”.
Animó a los “círculos eclesiásticamente competentes” a exigir el retiro de “Ser pastoralmente cercano a las personas homosexuales: por una Iglesia acogedora que no excluye a nadie”, documento que se emitió a principios de este mes.
El documento incluye oraciones, lecturas de las Escrituras y palabras sugeridas para que las parejas del mismo sexo proclamen públicamente y en una iglesia “ante Dios cómo están comprometidos el uno con el otro”.
El Cardenal Eijk dijo: “Si las parejas homosexuales en relaciones sexuales monógamas y duraderas pueden recibir una bendición, ¿no debería ser posible lo mismo en las relaciones sexuales monógamas y duraderas de un hombre y una mujer que viven juntos sin estar casados?».
“Permitir la bendición de las parejas homosexuales conlleva el gran riesgo de devaluar las bendiciones y socavar las enseñanzas de la Iglesia sobre la moralidad del matrimonio y la ética sexual”, dijo en un artículo para The New Daily Compass.
“La declaración de los obispos flamencos, en la que permiten la bendición de parejas del mismo sexo e incluso proporcionan un modelo litúrgico para ello, encuentra objeciones éticas inherentes, contradice radicalmente una decisión reciente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y conlleva el riesgo de que pueda llevar a los católicos a puntos de vista sobre la moralidad de las relaciones entre personas del mismo sexo que son contrarios a la enseñanza de la Iglesia”, dijo.
“Los católicos que aceptan las enseñanzas de la Iglesia, incluso sobre la moralidad sexual, esperan fervientemente que los círculos eclesiásticamente competentes pronto pidan a los obispos flamencos que retiren su declaración y que estos últimos cumplan”, añade el cardenal.
La medida de los obispos flamencos contradice el contenido del fallo de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano en marzo de 2021 de que las bendiciones de las parejas del mismo sexo eran inadmisibles.
Sin embargo, el cardenal Jozef De Kesel de Mechelen-Bruselas y los otros obispos detrás del documento argumentan que sus enseñanzas son consistentes con Amoris Laetitia («la alegría del amor», en castellano), la exhortación postsinodal del Papa Francisco de 2016 sobre el cuidado pastoral de las familias.
En su artículo, el cardenal Eijk, un ex médico de hospital, uno de los papables para suceder al Papa Francisco, no estuvo de acuerdo con su interpretación.
“Distinguir, acompañar e integrar siguen siendo las principales palabras clave de Amoris Laetitia (capítulo VIII), según los obispos flamencos”, escribió.
“No hace falta decir que las personas con orientación homosexual también deben ser tratadas con respeto y tener derecho a la atención y orientación pastoral”, continuó.
El año pasado, la Congregación para la Doctrina de la Fe declaró que “no hay absolutamente ningún motivo para considerar que las uniones homosexuales sean de alguna manera similares o incluso remotamente análogas al plan de Dios para el matrimonio y la familia”, y agregó que no puede ser lícito otorgar una bendición imitando “la bendición nupcial invocada sobre el hombre y la mujer unidos en el sacramento del matrimonio”.
La Iglesia, decía el dictamen de la Congregación, “no tiene poder sobre los designios de Dios” sino que solo era “su fiel intérprete y testigo”.
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Cardenal Eijk, su petición es absolutamente razonable. Pero dé por seguro que no será atendida.