No es una pregunta baladí la que titula este post y que todos deberíamos hacernos. Las últimas intervenciones de Iñaki Gabilondo, supuesto Defensor del Pueblo, ponen en evidencia su independencia y más bien lo prefiguran como un siervo del Gobierno social-comunista de España.
Tras prestarse a hacer de ariete contra la Iglesia Católica en la campaña de desprestigio del Gobierno social-comunista de España, compareciendo en el Congreso y con un discurso de un perfil muy bajo, impropio de tal figura, tal y como viene denunciando e-Cristians, con el apoyo de varias organizaciones en toda España, nuevamente vuelve a tomar partido contra el pueblo.
Lo hace a cuenta del debate sobre la objeción de conciencia de los sanitarios frente al Aborto y, de nuevo, usando argumentos falaces, rebosantes de ideología que ocultan la verdad de los hechos y de los datos (por ejemplo, que el aborto es una gran industria de la muerte en España que mueve millones de euros cada año, mientras que las jóvenes del «pueblo español» que desean llevar adelante sus embarazos, no cuentan apenas con ayudas por parte del Estado ni de las Comunidades Autónomas).
Y si, conviene recordar al Sr. Gabilondo que «el pueblo», en relación al aborto, se manifestó de forma clara y contundente no hace mucho, concretamente el día 26 de Junio, dónde más de 70.000 personas clamaron a un grito unánime ¡NO AL ABORTO!
Conviene recordar al Sr. Gabilondo que la Organización Médico Colegial, y la gran mayoría de los Colegios de Médicos Territoriales, siguen considerando el aborto como un atentado contra la vida y contra su juramento de no usar sus conocimientos en contra de la vida, al igual que la Eutanasia. Todos ellos forman parte del Pueblo Español y se limitan a defender su derecho a la objeción de conciencia.
Conviene recordar al Sr. Gabilondo que «el pueblo» no lo forman solo aquellas personas que le dictan las consignas bajo las que debe desarrollar su labor, sino que, antes bien al contrario en materia del aborto, el pueblo está siendo perseguido por leyes que restringen el derecho de reunión, el de libertad de reunión y el de libertad religiosa, mientras que su gabinete no hace absolutamente nada.
Así, pues, Sr. Gabilondo, ¿A que «pueblo» defiende usted?
Daniel Fernández Venegas
Asociación Cristianos en Democracia.