El pasado sábado 7 de mayo, ha tenido lugar en Bruselas la Convención sobre el Futuro de Europa que organiza la Federación Europea One of Us. En este convención se han dado cita un centenar de organizaciones de la sociedad civil representadas en la sala por alrededor de 200 personas y online por 300 participantes.
Esta Convención, quiere hacer llegar su voz a las instituciones europeas antes de las Conclusiones de la Conferencia para mostrar a las mismas que la Sociedad Civil se moviliza en el ámbito de la Defensa de la Vida desde la concepción a la muerte natural cada vez que las instituciones europeas abren un mecanismo de participación democrática a los ciudadanos europeos.
En esta Convención se ha destacado el hecho de que la Federación ha comprometido su trabajo en el ámbito europeo y nacional con la defensa de la vida de cada uno de nosotros desde hace 10 años. Su fuerza democrática y legitimidad está avalada desde el 2013 al recoger más de 1,7 millones de firmas convirtiéndose en la Iniciativa Ciudadana Europea más apoyada.
Vemos hoy, con el ejemplo de los EE.UU. que las preguntas en torno al aborto no están resueltas. Hay consenso científico sobre el inicio de la vida humana, ya que cada ser humano desde la fecundación es UNO DE NOSOTROS.
Desde los jóvenes de las organizaciones hasta personas que han tenido cargos de relevancia a nivel de la UE nos movilizamos en la construcción de una Europa que sea respetuosa con la vida, especialmente la de los más frágiles.
Gracias al éxito de la iniciativa One Of Us, decidimos participar en la Conferencia sobre el futuro de Europa organizada por la Comisión Europea el pasado año, para seguir defendiendo la vida y por nuestra firme convicción de que la participación democrática de los ciudadanos no puede ser cancelada o ignorada.
¿Cómo pueden las instituciones europeas considerar una consulta de este tipo legitima y democrática si no escucha el mensaje de ciudadanos que han llevado a cabo la mayor iniciativa europea?
En este encuentro hemos contado con diferentes generaciones de europeos de 27 países de la UE y pedimos hoy que la Unión Europea nos escuche y considere seriamente nuestra petición por una Europa fiel a la Dignidad Humana, a sus raíces y al legado de los padres fundadores.
Las intervenciones han centrado sus mensajes en la defensa de cada vida humana considerando toda vida digna desde su inicio hasta la muerte natural. No podemos construir una sociedad basada en el descarte de nuestros hijos o de nuestros mayores. Una sociedad construida sobre la defensa de la muerte está abocada al fracaso y convierte a la UE en tumba de los derechos humanos. Una Europa que nace precisamente como cuna de los mismos.
En las conclusiones de esta Convención, el Filósofo y profesor Rémi Brague ha señalado que: “No defendemos los intereses de nadie en particular, y menos los nuestros. Contrariamente a la creencia popular, no viajamos solos. Por el contrario, buscamos extender la protección a aquellos que aún no pueden, o que nunca podrán, o que ya no pueden hacer valer sus derechos por sí mismos”.
Hay gente que nos objeta: “Nosotros no os obligamos a nada; ¿Por qué quieres impedir que hagamos lo que queremos?
Hay gente que nos objeta: “Nosotros no os obligamos a nada; ¿Por qué quieres impedir que hagamos lo que queremos?. Si hubiéramos pensado así en la década de 1940, ¿habría habido muchos “justos entre las naciones”? Podríamos, en extremo, admitir tal actitud si otros pudieran defenderse. ¿Pero es éste el caso? ¿cómo podrían los fetos, los discapacitados o los comatosos hacer valer su derecho a la vida? Alguien tiene que hablar por ellos”.
“Hoy, una nueva forma de mentir reina en gran parte del espacio público. Es cierto que ya no es, o todavía no, impuesto por una policía política. Nuestras sociedades prefieren el incentivo discreto que empezamos a llamar por su nombre en inglés de nudge. El lenguaje de la mentira empieza a registrarse en los textos de las leyes. Negarse a hablar de ello ya conduce al ostracismo de los medios y corre el riesgo de conducir al ostracismo social mañana”.
Rémi Brague concluye: “¿Seremos escuchados? No es culpa nuestra si nuestra débil voz choca en el concierto. Es un concierto silencioso. Es el silencio ensordecedor de todos aquellos que vagamente sienten que deben hablar. Pero, como se creen solos viendo lo que ven y pensando lo que piensan, se dejan intimidar y prefieren dejar el micrófono a durmientes y mentirosos.
¿Por qué hablamos? No hemos elegido sentirnos responsables, por muchos que seamos, de lo que concierne a todos los hombres. No elegimos sentirnos obligados a hablar. Solo tenemos un temor, y es que las generaciones futuras, si las hay, nos acusen de no ayudar a una civilización en peligro. ¡Ay de nosotros si callamos! «.
Aquí puedes ver la convención
Solo tenemos un temor, y es que las generaciones futuras, si las hay, nos acusen de no ayudar a una civilización en peligro. ¡Ay de nosotros si callamos! Share on X