Ya se ha dado el pistoletazo oficial de salida de la campaña electoral en Francia, para escoger quién será el presidente de la república francesa en las próximas elecciones.
Y de hecho, estos últimos días se han producido varios fenómenos importantes que han modificado las encuestas de forma notable.
El primero y más importante sería la concentración de un voto útil de izquierdas en la figura de Jean-Luc Mélenchon, candidato de “Francia Insumisa”.
Sus apoyos han crecido en proporción inversa a la bajada de sus competidores progresistas, particularmente el ecologista Yannick Jadot, el comunista Fabien Roussel y la alcaldesa de París Anne Hidalgo. Cada uno de estos tres candidatos tiene alrededor o menos de un 5% de intención de voto.
Esta concentración permitiría a Mélenchon conseguir hasta un 15% de los votos y situarse en tercera posición en la primera vuelta de las elecciones, a tan sólo cuatro puntos porcentuales de distancia de Marine Le Pen.
Hay que tener en cuenta que si la actual tendencia sigue, Mélenchon podría incluso quitar a Le Pen la segunda plaza, lo que le convertiría en el rival del actual presidente Emmanuel Macron en la segunda vuelta.
Esto dependerá, en gran medida, de si en la derecha se produce o no un fenómeno similar de concentración del voto útil en Marine Le Pen, que debería venir sobre todo de los simpatizantes de Eric Zemmour.
Zemmour, posicionado más a la derecha que Le Pen, ha perdido pistonada desde el estallido de la guerra en Ucrania (que ha relegado sus temas estrella de la inmigración y el islam en un segundo plano), y se situaría ahora por ahora con un 11% de intención de voto.
Quien no parece levantar cabeza es la candidata de la derecha tradicional francesa, Valérie Pécresse, que lleva semanas estancada con un 11%.
Mientras, el “presidente-candidato” Emmanuel Macron mira la frenética competición de sus rivales de derechas y de izquierdas para disputarles la segunda vuelta desde una confortable posición de cerca del 30% de intención de voto, aunque últimamente ha perdido algunos puntos, descendiendo hasta el 28%.
Se ha criticado mucho que Macron no haya prácticamente hecho campaña para las elecciones en Francia, hasta ahora, y que su programa electoral, aparecido en el último momento, esté cargado de ideas de sus rivales.
Macron ha reanudado incluso un punto del programa de Zemmour, consistente en eliminar el impuesto al audiovisual que los franceses con televisión en casa deben abonar anualmente para mantener las cadenas públicas.
el «presidente-candidato» anunció que no participaría en ningún debate contra sus contrincantes antes de la primera vuelta
Numerosos observadores apuntaron que es lamentable que en un momento tan crucial para el rumbo de Francia haya una carencia tan grande de intercambios entre Macron y el resto de candidatos. De hecho, el «presidente-candidato» anunció que no participaría en ningún debate contra sus contrincantes antes de la primera vuelta.
Hay franceses que temen que el actual contexto de crisis y la negativa de Macron a bajar a la arena política quiten credibilidad democrática a las elecciones que se avecinan.
Efectivamente, un aspecto clave como es la inmigración, donde dos terceras partes del electorado comulgarían con los postulados de Le Pen y hasta cierto punto con Zemmour según encuestas realizadas en otoño, está en buena parte ausente del programa de Macron.
Las preocupaciones a corto plazo, como los precios del carburante y el miedo a perder poder adquisitivo (un auténtico mantra en el país vecino) generan interferencias que impiden discutir sobre cuestiones de fondo, cruciales a largo plazo, pero que el actual contexto hace parecer distantes.
Aparte de Macron ¿a quien beneficia estar en el poder en un momento de crisis externa?
El otro gran beneficiado de la actual situación de crisis y de inflación es el candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, que tiene en el incremento de gasto público uno de sus temas preferidos.
Si la actual tendencia sigue, Mélenchon podría incluso quitar a Le Pen la segunda plaza, lo que le convertiría en el rival del actual presidente Emmanuel Macron en la segunda vuelta Share on X