Daniel Innerarity catedrático de filosofía política en la Universidad del País Vasco, escribía el 27 de noviembre del 2021 un artículo en el periódico La Vanguardia, ¿Qué crisis? que para mi gusto contine un exacto diagnostico de la realidad. En concreto afirmaba
- Las crisis que sufrimos no son transitorias. No tiene sentido hablar de “vuelta a la normalidad”.
- No se trata de un fallo ocasional dando a entender que fuera de ese aspecto discurre una sociedad estable y equilibrada. No es así.
- No estamos en medio de una crisis ni siquiera de varias, sino que es el propio mundo el que se encuentra en crisis. La sociedad se encuentra en un estado de crisis permanente. Y aquí, más adelante lo expondré, es donde se halla el error del diagnóstico, precisamente en el uso de la palabra “el mundo”
- Las sociedades y gobiernos viven en medio de una inestabilidad mayor de la que son capaces de gestionar. No sabemos cómo ni cuándo terminan las crisis.
- Tenemos interrogantes sobre la propia realidad, no hay unanimidad en el diagnostico, dudas y controversias en cuanto a las soluciones y la forma cómo se realizan; los instrumentos que se disponen.
- Las soluciones se refieren a cambios en nuestro modo de vivir, pero no sabemos cómo hacerlo y escapa de la lógica de nuestras instituciones, diseñadas para hacer otro tipo de cosas.
- Es difícil ponernos de acuerdo acerca de la normalidad a la que deberíamos aspirar, y si esta consiste en lo que viene después de la sacudida, si es una recuperación del momento anterior a la crisis o comporta un cambio transformador
- Porque la sociedad tiene un problema con ella misma, porque las crisis las producimos con unas prácticas y unas instituciones, que a su vez deben resolverlas. El problema radica en que los mismos quienes originan las crisis son los responsables de resolverlas.
- La debilidad de esta crítica se manifiesta cuando sus apelaciones no terminan de modificar los hábitos que nos llevan a tales situaciones de crisis.
- Tenemos que atender a tal cantidad de factores que nuestra capacidad de comprensión y gestión se ve sobrepasada. La agenda de una sociedad de riesgo es una agenda de locos.
No se trata del diagnóstico de ningún populista, ni apocalíptico, ni nada semejante, ni tan siquiera es un intelectual de la disidencia, sino de alguien que forma parte en una de sus diversas variables de la corriente principal que impera en el terreno de las ideas, y que a pesar de todo, porque mantiene la lucidez, llega a unas conclusiones demoledoras.
Una crisis de crisis de toda la sociedad, con contradicciones insuperables, tanto que quienes tiene como misión resolverlas son quienes las provocan hasta llegar a una situación de locura.
Ante esta situación ¿qué hacer? Es el momentum cristiano, porque el fracaso de lo que ha querido ser desde la Ilustración, la sociedad que sustituya a Dios para mejorar, se hunde en el fracaso y la contradicción. Porque, y esa es la cuestión que Innerarity no contempla con suficiente precisión, no es el mundo, así en general, una visión que homogeneiza todas las ideas, concepciones y sociedades el que está en crisis, sino una particular versión de él. Es una determinada cultura la que lo está. Aquella que es hegemónica en buena parte de Europa, la que tiene el poder en España y que se muestra tan complacida de sí misma, es la propia deriva de la cultura que impera en la Comisión Europea, la que está en crisis. Es cultura desvinculada, la del emotivismo. Es la del individualismo hedonista que persigue realización humana mediante la satisfacción de la pulsión del deseo sin límites, deberes ni compromisos. Es la que cancela a Dios del espacio público y evita felicitar las navidades para no herir la sensibilidad de nadie. Es la perspectiva de género, su feminismo y sus identidades que se enfrentan y destruyen la unidad del ser humano. Es todo esto bajo lo que vivimos y cuyas leyes nos dictan la causa y consecuencia de nuevas crisis.
Y es ante esta crisis y declive, donde se ha de producir la alternativa cristiana que, como en toda cuestión que se mueve en el orden civil y social, ha de tener en primera línea como sujetos de la alternativa a los laicos organizados.
Lo que hay que pergeñar ahora es la forma de organizarnos y los principales objetivos a perseguir, cómo poner fin a la debilidad pública del sujeto cristiano, cómo hacer el camino necesario, la senda cristiana, que conduce a la nueva sociedad.
Y en este quehacer colectivo, una fecha y un encuentro posee un interés decisivo, porque constituye una puerta abierta a esta vida cristiana. La Asamblea cristiana abierta del 11 de Diciembre
Para participar presencialmente inscríbete aquí secretaria@e-cristians.net
Para acceder a la Asamblea por You Tube utiliza este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=zK46nMVhSfw