La eutanasia está de promoción: Castilla La Mancha lanza un folleto en el que la tilda de «derecho fundamental»

Las diferentes Comunidades autónomas están lanzando sus campañas informativas sobre la práctica de eutanasia, que es legal desde su aprobación el pasado mes de marzo. El folleto del de Castilla La Mancha sorprende por la promoción ideológica que hace de esta práctica y el concepto que define de los cuidados paliativos.

Castilla La Mancha define la eutanasia como «el acto deliberado de dar fin a la vida de una persona, producido por voluntad expresa de la propia persona y con el objeto de evitar un sufrimiento que no puede ser aliviado a través de otros medios en condiciones que considere aceptables«.

El folleto considera, de una manera reduccionista que se diferencia de los cuidados paliativos «en que estos consisten en la utilización de fármacos o medios terapéuticos con el objeto de aliviar el sufrimiento físico o psíquico, aunque pueda acelerar la muerte de la persona».

Además, se justifica la Ley para «dar una respuesta jurídica, sistemática y con garantías a la demanda social que se viene haciendo patente desde diversas asociaciones, entidades y grupos de pacientes».

También para «compatibilizar los derechos fundamentales a la vida y a la integridad física y moral, con otros bienes constitucionalmente protegidos como son la dignidad, la libertad o la autonomía de la voluntad» y para «despenalizar el supuesto de causar o cooperar activamente a la muerte de
la persona en los supuestos establecidos en esta ley».

El objetivo de la ley se dice que es reconocer el «derecho» a solicitar y recibir lo que se denomina «la prestación de la ayuda a morir» cumpliendo los requisitos legalmente establecidos en la norma.

Pueden solicitar la prestación, según se explica, aquellas personas mayores de edad, con capacidad y conscientes en el momento de la solicitud, en los casos en que:

• Sufran una enfermedad “grave e incurable”, entendida esta como la que origina sufrimientos físicos o psíquicos constantes e insoportables sin posibilidad de alivio, con un pronóstico de vida limitado, en un contexto de fragilidad progresiva
• O bien, un “padecimiento grave, crónico e imposibilitante” que provoque un “sufrimiento físico y psíquico intolerable”, entendido como aquella situación de una persona afectada por sus limitaciones que inciden directamente sobre su autonomía física y las actividades de la vida diaria. Ello hace que no pueda valerse por sí misma, incidiendo además sobre su capacidad de expresión y relación, y que lleva asociado un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable con la seguridad de que estas limitaciones persistirán en el tiempo sin posibilidad de cura o mejora.

Los requisitos, según explica el folleto promocional de la eutanasia de Castilla La Mancha son:

• Tener la nacionalidad española (o residencia legal o contar con un certificado de empadronamiento superior a los 12 meses), ser mayor de edad y tener capacidad y conciencia en el momento de la solicitud.
• Disponer por escrito de la información referente al proceso médico, incluida la posibilidad de cuidados paliativos.
• Formular dos solicitudes por escrito, de manera voluntaria y con una separación de 15 días naturales entre ellas.
• Padecer una enfermedad grave e incurable en los términos que recoge la Ley.
• Prestar consentimiento informado previo, que debe incluirse en la historia clínica.
• En caso de que la persona no se encuentre en pleno uso de sus facultades ni pueda prestar consentimiento, y así lo certifique su médico responsable, únicamente podrá acceder a este derecho si con anterioridad hubiere suscrito un documento de voluntades anticipadas, en cuyo caso se podrá prestar la ayuda a morir conforme a lo dispuesto en dicho documento.

La prestación se llevará a cabo en dos modalidades: «la administración directa al paciente de una sustancia por parte del profesional competente» o «la prescripción o el suministro al paciente por parte del personal sanitario de una sustancia que la persona misma pueda autoadministrarse».