El paro, en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), vuelve a ser la principal preocupación de los españoles. En cambio, el coronavirus desciende a la tercera plaza de la lista, con su cota más baja en lo que va de año.
En concreto, el desempleo aparece mencionado en el 40,2% de los cuestionarios, anotándose su porcentaje más alto de los últimos meses. La última vez que figuraba en el primer puesto fue en septiembre de 2020, tras el confinamiento y el verano. En segundo lugar, seguido muy de cerca, se menciona a los problemas económicos, que marcan un 39,9%.
Estos datos contrastan con el crecimiento de la creación de empleo de los últimos meses. En junio se contabilizaron 3.614.339 personas desempleadas, 166.911 menos que en mayo, la bajada más grande de una serie histórica que comenzó en 1996.
La llegada del verano y el comienzo de la temporada turística han favorecido la recuperación del mercado laboral. Si las señales que emitían los datos del mes de mayo ya anunciaban una notable mejoría ―se registró un descenso de 129.378 parados respecto a los datos de abril, el más alto hasta ese momento― en junio la curva ha mantenido esa inercia a la baja. “Es el dato más relevante de la historia de la democracia”, ha asegurado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Sin embargo, la vicepresidenta tercera ha vuelto a recalcar que el volumen de paro sigue siendo un problema preocupante. “Este paro estructural no concita especial tranquilidad, pero el Gobierno está emprendiendo todas las reformas necesarias para abordar con prontitud los desarreglos que viene teniendo el mercado laboral. Los datos nos dan un poco de esperanza para seguir trabajando con intensidad”, ha añadido.
El hecho de que en la última prórroga de los ERTE por coronavirus hasta el 30 de septiembre se ampliasen los incentivos para la reactivación de trabajadores (subieron un 5% de media para todas las empresas, independientemente de su tamaño) también se esconde detrás de esta mejoría. Así lo reflejan la estadística de Seguridad Social: junio finalizó con 447.800 trabajadores en ERTE, un 43,1% de ellos concentrados en los servicios de comidas y bebidas, y alojamientos. Esta reactivación de la actividad también ha afectado positivamente a los trabajadores autónomos, que en junio alcanzaron los 3.320.983 afiliados medios, 13.045 más que el mes anterior.
El balance comparativo con la situación prepandémica demuestra la oxigenación del mercado de trabajo. En junio de 2019, el último junio sin afectación del virus, se contabilizaron 3.020.000 personas en el paro, y un año más tarde, en el primer verano de la pandemia la cifra subió hasta los 3.860.000. Un escenario que se agudizó en febrero de 2021, cuando se rompió el techo de los cuatro millones de parados. Desde entonces se han ido acumulando caídas a medida que la pandemia ha visto rebajada su intensidad.
Si las señales que emitían los datos del mes de mayo ya anunciaban una notable mejoría Share on X