El alcalde de la localidad catalana de Sant Vicenç de Montalt ha ordenado retirar la cruz que estaba frente la iglesia del pueblo. La orden se hizo efectiva este 5 de marzo.
El alcalde Víctor Llasera es de la formación política JuntsxCat y se ha filtrado en las redes sociales un vídeo en el que se muestra el momento en el que los operarios retiran el símbolo religioso.
Todavía no hay registro de declaraciones del Ayuntamiento, pero oficiosamente se entiende que la acción se debería a un gesto de complicidad con la CUP, que forma parte del Gobierno junto con los socios nacionalistas de ERC y Primàries.
El 1936 en la iglesia gótica de Sant Vicenç de Montalt, bajo el Gobierno del presidente Lluís Companys, fueron quemados los retablos de Agustí Pujol (1616), Josep Tremulles i Domènec Rovira (1648), y Pau Costa (1704).
Además, todavía se conserva, incrustada en la fachada del campanario, una bomba que no llegó a estallar. Consecuencia de la cristianofobia de aquella época de la FAI, ERC y CNT.
Fue en los años 60 cuando delante de la iglesia, en la plaza anexa se colocó una cruz como símbolo de paz y para conmemorar el fin de aquella guerra fratricida.
Esos símbolos no parecen tener cabida para un Gobierno que, sin embargo, sí que exhibe banderas esteladas de gran tamaño en el parque de los Hermanos Gabrielistas, donde estaba la casa principal de esta orden, a la que fueron durante el Gobierno de Companys a detener y ejecutar a 39 de ellos en 1936.
El Gobierno habría aplicado esta retirada basándose en la Ley de Memoria Histórica de una manera errónea. Sin embargo, esa aplicación partidista está provocando una tendencia revanchista en un momento en que la división histórica solo interesa a unos pocos, pero que destruye la convivencia.
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siempre que pasa igual sucede lo mismo