El Vía Crucis

En sucesivos escritos he hablado del tema. Fue muy duro para mí que, unos días antes de la Cuaresma 2020, mediante escrito entregado en reunión, se produjese la jubilación ordenada sí o sí, y no solicitada, del Cuerpo de Portantes del Santo Cristo de la Basílica de Santa Maria del Mar de Barcelona. Cuerpo o Cos de Portants centenario. Nació en 1917. Uno debe acostumbrarse a asumir cambios.

Con esmero llevé mi vesta o túnica de portante a la tintorería y la guardé en armario. Hacía ya unos años que yo no levantaba la cruz debido a mi esclerosis. Me limitaba a ser punto de apoyo en el momento de los cambios de portante a portante, levantamientos y descensos. La lleva un solo portante por relevos tal como se observa en la fotografía. No es la fuerza. Es el sentido consolidado del equilibrio en el punto exacto central de las dos fuerzas vectoriales. La imagen y la cruz tienen tamaño natural. Entre las dos hay un punto de equilibrio en el que el peso no se nota durante un rato.

Esta Cuaresma 2021 para mí no es una Cuaresma confinada. Lo fue la del 2020, una vez empezada, por cierre total de templos en todas partes. Por primera vez este año 2021 tomo parte en los vía crucis cuaresmales parroquiales en mi población de residencia. ¿Pasando inadvertido como uno más entre el pueblo de Dios congregado? ¡No! Soy portante del Santo Cristo desde mis 17 años. Me experimento impelido a continuar siéndolo.

Se abre ante mí la novedad de serlo en mi población de residencia con una cruz pequeña de la que puedo ser portante. Parece ser que ha habido cambios con relación a otros años. Los portantes locales lo son sólo en los días Viernes Santo en el vía crucis por las calles adyacentes al templo parroquial. Pero no en los vía crucis ordinarios de los viernes cuaresmales por el interior del templo.

Pidiendo permiso esta cuaresma 2021 me revisto de portante y levanto la cruz pequeña. Somos dos que hacemos esto de ser portantes en activo… a contracorriente. El virus éste confinado obliga a ser portante con mascarilla y a dejar una distancia. Eso de la distancia es exactamente igual que cuando acudes al templo a participar en el Santo Sacrificio de la Misa. El pueblo de Dios congregado permanece en sus lugares y contempla la cruz a lo largo del recorrido dentro del templo. Es la cruz la que recorre las catorce estaciones entronizadas con placas grabadas dentro del templo. El pueblo congregado sigue el recorrido con la vista.