El Partido Popular ha presentado este 10 de febrero una moción ante la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico para pedir la aplicación de una serie de medidas que aumenten la tasa de natalidad en España.
El documento constata que durante los últimos años en España se han producido avances para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito personal, familiar y laboral. Y cita la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que es un instrumento importante para superar este reto al que se enfrenta España.
Sin embargo, «resulta necesario ampliar la visión sobre dichas desigualdades, pues éstas van más allá de la diferencia entre hombres y mujeres. Los datos demuestran que seguimos aún lejos de esa igualdad efectiva que demanda la sociedad y por tanto, debemos continuar avanzando en la eliminación de las barreras que determinan dicha igualdad», explica.
Las variables familiares y la natalidad
En este sentido, el documento señala que los hechos muestran que la brecha salarial se amplía cuando se tienen en cuenta ciertas variables de carácter familiar, además del sexo, como es la maternidad. Una brecha que llega al 7% y que tiene forma convexa, esto es, aumenta especialmente a partir de los 30 años y comienza a reducirse de nuevo después de los 40, aunque sin llegar a cerrarse.
«Muchas mujeres -prosigue- parecen decir así que no pueden ser madres hasta que la sociedad esté preparada para ello, es decir, hasta que haya hombres corresponsables con el cuidado, la crianza y la educación de los hijos y también hasta que existan recursos suficientes y una nueva distribución de los tiempos de trabajo en la que sea posible compatibilizar la maternidad y paternidad con el desempeño de una profesión».
Estos datos tienen como consecuencia una fractura considerable entre el número de hijos deseado por las mujeres y los que efectivamente tienen, tal como refleja la última Encuesta de Fecundidad publicada por el INE realizada en 2018.
En dicha encuesta, se divide a las mujeres en cinco grupos por edades (menores de 25 años; 25 a 29 años; 30 a 34 años; 35 a 39 años; 40 años y más) y en ella se indica que casi el 75% de las mujeres desea tener 2 o más hijos, a pesar de que la tasa actual de natalidad se encuentra en 1,3 hijos.
Por tanto, el documento plantea que la realidad «es que las mujeres soportan una doble desigualdad: por el hecho de ser mujer y por ser madre, de ahí que el apoyo integral a la maternidad se haga imprescindible para alcanzar la igualdad y disminuir los factores que les impiden realizar su deseo de ser madre».
En la actualidad, España se sitúa muy lejos de la tasa de fecundidad necesaria para el reemplazo generacional (2,1 hijos), lo que ha provocado que el año pasado en nuestro país nacieran 46.590 personas menos de las que fallecieron.
El documento concluye que hace falta «un cambio de paradigma» para que, «tanto desde lo público como lo privado», se recupere el valor social de la maternidad.
Es por ello que el Grupo Parlamentario Popular propone a la aprobación de la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico las siguientes medidas:
- Reconocer el bien social y personal que supone la maternidad.
- Fomentar la natalidad y apoyar la maternidad como herramientas fundamentales para atajar el problema de la despoblación y consolidar el mantenimiento del Estado de bienestar.
- Crear un programa presupuestario específico que permita visibilizar las ayudas a la maternidad en los PGE
- Revisar los obstáculos que dificultan a las mujeres ser madres y tener el número de hijos que desean, en especial, aquéllos que tienen que ver con la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
- Avanzar en la igualdad, fomentando la corresponsabilidad.
- Incorporar a los pliegos de contratación de todo el sector público estatal previsiones que incentiven el desarrollo por parte de los contratistas de políticas laborales de apoyo a la conciliación.
- Añadir a la renta familiar per cápita en los baremos de las bonificaciones, ayudas y becas públicas y en la normativa tributaria, estableciéndose una renta individual que se incrementaría proporcionalmente en función del número de miembros de la familia.