Un reciente artículo en el diario La Vanguardia del periodista Víctor Amela muestra su opinión sobre la religiosa sor Lucía Caram, que asistió recientemente como invitada al programa de prime time El Hormiguero de Antena 3.
En el artículo titulado ‘Tres opinan y opinan igual‘, el especialista en entrevistas y medios explica que el programa de Pablo Motos quiso hacer un experimento con la religiosa dominica al darle a escuchar por auriculares una canción del cantante español de reggeaton Kaydy Cain.
Las letras de este cantante se conocen por ser protagonistas de drogas, coches de lujo, fiestas… “yo me encierro con tres putas y se creen que tengo autismo, y no es así, yo soy así desde que nací”, afirma la música a la que se expone la religiosa acudiendo a este tipo de shows.
Interpelada, la religiosa hace de Caram, y da su opinión: “hay mucho idiota inútil con mirada corta”, sentencia. Y salta a plató Kaydy Cain, que ha asistido oculto a la audición: “Yo soy el idiota inútil”.
La monja le ofrece las preceptivas disculpas por insultarle segundos atrás y desvía la atención para sermonearle sobre la necesidad de un mundo sin machismo.
El reguetonero replica: “¿qué papel tiene la mujer en la iglesia, por qué una mujer no puede ser Papa?”. Sor Lucía Caram, ni corta ni perezosa sube la apuesta y responde: «La Iglesia es un institución muy machista, muy patriarcal», «¡como el reggaeton!», afirma Kaydy Cain.
La religiosa tiene acostumbrados a los cristianos a asistir boquiabiertos a las salidas de tono, de lugar y de situación de esta religiosa que apoya su popularidad en dos cosas: su labor social por las personas desfavorecidas, y por propinar reveses a diestro y siniestro a la institución que representa, la Iglesia católica.
La anécdota de El Hormiguero no acaba ahí, el episodio acaba con un corazón que enlaza a los dos protagonistas sobre la ecuación «Religión=Reggaeton», habrá que preguntarle a sor Caram de qué ha servido su aparición en televisión a parte de alimentar su cuota de popularidad, ¿ha mejorado el mundo con su aparición en este programa?, ¿ha ayudado a evangelizar?, ¿ha mejorado la percepción de la Iglesia entre las personas?
La conclusión del crítico de televisión, Víctor Amela, puede ser una respuesta a las consecuencias de la aventura televisiva de la religiosa. Es la siguiente: «Han sido cuatro minutos (aparecen, además, un sacerdote y un grupo de Hare Krishna) muy bien aprovechados y montados, minisección obra de Jordi Moltó, otro artista, por la capacidad para resumir un debate de horas en un montaje audiovisual sintético, con su suspense (y su exposición, nudo y desenlace), en una pieza intensa y divertida. Y, encima, constructiva».