(El Mundo/InfoCatólica) Uno de los casos más graves citados por el reportaje es el de una niña de 15 años de Florida que, tras desaparecer de casa de sus padres, fue encontrada por su propia madre en 58 vídeos distintos subidos a Pornhub. Un caso similar, con una menor de 14 años, se resolvió de igual manera cuando un compañero denunció ante las autoridades que la había encontrado.
En ninguno de estos casos, la propia Pornhub había verificado ni comprobado quién subía el contenido ni si era una simulación con actores adultos (algo habitual en la pornografía online) o un caso real de abusos a menores.
Como consecuencia del reportaje, Pornhub ha anunciado cambios en el funcionamiento de su página web, principalmente, que no permitirá la subida de vídeos de fuentes que no hayan sido verificadas por ellos. Se trata del mayor cambio en la plataforma de su fundación y algo que podría anular una parte de sus ingresos por publicidad, pues se reduciría el número de vídeos y fuentes disponibles para los usuarios. Otro cambio es que ya no permitirá la descarga de vídeos y que formarán a un equipo de empleados para buscar y analizar vídeos que violen sus condiciones de uso.
El texto publicado en el New York Times tiene como autor al dos veces ganador del premio Pulitzer, Nicholas Kristof, quien asegura:
«Dado que es imposible estar seguro de si un o una joven en un video tiene 14 o 18 años, ni Pornhub ni nadie más tiene una idea clara de cuánto contenido es ilegal».
Kristof advierte que aunque cualquier persona puede llegar a superar una violación o abuso sexual, el hecho de que la misma aparezca en un medio de tanta difusión como Pornhub puede convertir dicho sufrimiento en algo interminable.