Asistí por circuito cerrado internáutico en tiempo real a la ceremonia matrimonial de una sobrina en junio 2020. Se tuvo que aplazar una vez en 2020 al inicio del cierre de los templos. No asistiré presencialmente a la de otra sobrina a principios de noviembre 2020. Una hija mía ha suspendido la suya por inviable en octubre de este año 2020. ¿Qué quiero decirles con todo esto? Pues que el Sacramento del Matrimonio y su celebración festiva me afecta directamente a nivel familiar. ¡Más les afecta a los contrayentes! Afecta económicamente a los restaurantes de bodas sean bodas de templo o laicas de juzgado. Afecta a los comercios de vestidos de novia y trajes.
Como a mi y a mis familias afecta a todas las que tienen prevista una boda este año 2020 y me parece que también en el 2021. ¡Y más adelante ya se verá! El Sacramento del Matrimonio es cosa de dos. Es cosa de un hombre y una mujer. Se requiere la presencia del sacerdote o del diácono para que de fe en nombre de la Iglesia del Sacramento celebrado. Ningún cura casa y ningún diácono casa. Para la expresión del consentimiento de los contrayentes se requiere la presencia de dos testigos ante el sacerdote o el diácono.
Por consiguiente, acuden al templo los dos novios contrayentes, los dos testigos y el clérigo. Si éste es sacerdote perfectamente puede haber misa. Son 5 personas reunidas en total. El templo permanece cerrado al pueblo de Dios y a los visitantes de iglesias abiertas. También a las respectivas familias por cristianas que sean. Si el confinamiento pandémico de personas reunidas es de máximo 10 personas perfectamente pueden asistir los padres de los contrayentes. En estas condiciones el Matrimonio empieza. El amor entre un hombre y una mujer no queda coartado por la pandemia esa. Otra cosa es su celebración festiva.
Los regalos a los contrayentes en la actualidad revisten la forma de transferencia bancaria. El cariño y el compromiso social existen igual a nivel de regalo. ¿Existe la capacidad de los contrayentes de empezar su andadura matrimonial sin sus respectivas familias y amistades? ¿Qué es prevalente el Matrimonio o su celebración festiva? ¿Cabe Matrimonio sin fiesta? Lo que no cabe actualmente es Matrimonio con fiesta. ¡Como tampoco cabe subordinar el Matrimonio a su fiesta difiriendo el Sacramento sin criterio doctrinal sólido y sin agenda!
Parejas que os queréis casar: “Ven y sígueme”