Son cada vez más los colectivos feministas que se oponen a la ley trans promovida desde el ministerio que preside Irene Montero.
Son feministas muy críticas con el borrado de la mujer que significaría una ley que considera mujer a todo aquel que se declare así. Asimismo, defienden que el sexo es definido por las Naciones Unidas como las “características físicas y biológicas que distinguen a hombres y mujeres». En consecuencia, reivindican que los derechos de las mujeres están basados en el sexo (biología), no en la idea de un estereotipo sexual (identidad de género).
A esta crítica de fondo unen una crítica a las formas con que Irene Montero está manejando el asunto:
Un modo de proceder tramposo y muy antiguo que evita el debate y descalifica a quienes te llevan la contraria como «ultras» para así descalificarlas ad hominem, sin entrar en el fondo del debate.