Las continuas semanas de confinamiento ha paralizado el país, deteniendo un la actividad de un gran número de empresas. En este escenario de total incertidumbre económica, el sector inmobiliario esperan una gran crisis del sector. Los expertos auguran una gran caída del precio de la vivienda, que puede alcanzar hasta el 15%. Este sector se verá especialmente castigado por la crisis, ya que se prevé un desplome de las ventas de hasta un 50% y se prevé un especial castigo para el mercado de segunda mano, del que viven la inmensa mayoría de estas agencias, y especialmente, el segmento de las viviendas de precios más modestos.
El sector teme que la inactividad inmobiliaria conducirá a la quiebra de muchas agencias inmobiliarias. Se espera que puedan desaparecer entre 10.000 y 15.000 agencias inmobiliarias en el mercado nacional, lo que supondría un aumento del desempleo en el sector de hasta un 25%.
Según el subdirector general de Donpiso, Emiliano Bermúdez, el segmento que va a sufrir un mayor impacto va a ser el de vivienda de precio medio o medio bajo. «Este perfil de demanda es el que va a sufrir una mayor destrucción de empleo, y si antes ya tenían dificultades para acceder al mercado de la vivienda, ahora se van a incrementar», explica Bermúdez, que asegura que otros de los grandes golpeados serán la segunda residencia y la vivienda turística, «soportando el mayor impacto de esta crisis», con una mermada demanda por parte de extranjeros. Aunque el mayor impacto se verá en la segunda mano, en este caso la obra nueva también se verá afectada «en los destinos vacacionales y segundas residencias», apunta el directivo.
El coronavirus marcará un antes y un después en la sociedad, que ha empezado a valorar cosas que antes de la pandemia no creían determinantes, como el espacio, la luz o los sitios al aire libre en sus casas. Según ‘Fotocasa’, las búsquedas de viviendas con balcón o terraza se han disparado un 40% desde el inicio del estado de alarma. Esto puede verse reflejado también en el descenso de búsquedas de casas en las capitales de provincia, que antes acaparaban un 44,1% y que ahora se han reducido hasta el 38,8%.
De este modo, los precios pasarán de crecer menos, como lo estaban haciendo hasta ahora, a registrar descensos de entre el «el 8% y 10% en tasa interanual». Si bien, este porcentaje puede se mayor en según que zonas geográficas. Así, Bermúez considera que «la caída del precio se producirá con mayor intensidad en las grandes capitales donde los precios estaban más tensionados, como Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca o San Sebastián, con caídas mayores al 10%».
La oferta de vivienda en venta se verá reducida, según las estimaciones de donpiso, que creen que una parte de estas unidades podrían destinarse al mercado del alquiler o quedarse directamente fuera del mercado, debido a que «los propietarios no alcanzan sus expectativas de precio y preferirán esperar». Asimismo, también llegarán nuevas viviendas al alquiler tradicional, que vendrán del alquiler turístico.
Pocos cambios en el precio del alquiler tradicional
El alquiler turístico es el que más está sufriendo la parálisis del mercado. En marzo, el 11% de estos anuncios ha pasado al arrendamiento tradicional, el de larga estancia, ante el desplome del turismo. Respecto a los propietarios que seguirán manteniendo sus pisos en arrendamiento una vez levantado el estado de alarma.
«En el alquiler tradicional prevemos que va a existir poco impacto. Lo cierto es que no vemos tensiones que hagan que el volumen de transacciones en alquiler vayan a caer y tampoco que bajen los precios de forma generalizada. Es cierto que habrá una mayor oferta, pero esta se verá compensada por la llegada de nueva demanda que procederá de gente que ya no quiere comprar o que no puede hacerlo. Así, entendemos que el crecimiento de la oferta que puede producirse en ningún caso va a a compensar el déficit que existe ya por el gran volumen de demanda», explica el directivo, que señala que por supuesto pueden producirse modificaciones puntuales de precios a la baja «pero no esperamos grandes modificaciones del mercado del alquiler tradicional».