¿Se acaba la venta ilegal cuando se legalizan las drogas? La respuesta a esta pregunta no es tarea fácil. Sin embargo, se puede asegurar, por ejemplo, que legalizar la marihuana no acaba con el mercado negro.
Sirva como ejemplo el caso de Canadá, que el 17 de octubre de 2018 autorizó el libre consumo y la producción de cannabis. Pasado más de un año, entre el 60% y 70% de las ventas se adquiere de forma ilegal.
Entre las causas de ese fracaso está el hecho de que la venta legal multiplica por 1,5 el coste en el mercado negro y, además, su distribución es mucho más lenta.
Otra cuestión motivo de preocupación a raíz de la legalización del cannabis es que su consumo ha aumentado considerablemente, sobre todo entre los jóvenes.
Cabe recordar que la percepción de riesgo del cannabis entre los adolescentes es menor que la del tabaco, según la Encuesta ESTUDES (2018-2019), sobre la que nos hicimos eco el pasado 29 de noviembre.
De hecho, la disponibilidad de cannabis entre los adolescentes es la mayor de todas las drogas ilegales, con una progresión ascendente.
La solución, ¿entrega exprés?
Volviendo al caso de Canadá, según una encuesta de Estadísticas Canadá, el 61% de las ventas se efectúan aún en el mercado negro, aunque economistas de Scotiabank elevan ese porcentaje hasta el 71%.
El escaso éxito de legalizar la marihuana en este país tiene diferentes causas. Una de ellas es el discreto número de tiendas autorizadas y sus cortos horarios de servicio.
Otro de los motivos es el tiempo de demora en los envíos a domicilio cuando se adquiere la hierba legalmente por Internet. Todo ello beneficia a los grupos criminales que la distribuyen en el mercado negro.
Ante esta realidad, la SQDC, ha puesto en marcha un proyecto piloto de entrega exprés, es decir que los clientes reciban la marihuana el mismo día del pedido, cuando ahora la entrega se puede demorar hasta tres días.
“Es una opción suplementaria que queremos ofrecer a nuestros clientes. Se trata de una medida más, dentro de nuestro mandato, para que los compradores migren al mercado legal”, afirma Fabrice Giguère, portavoz de la empresa pública.
El proyecto, que durará entre seis y nueve meses, se desarrollará únicamente en la isla de Montreal, aunque la intención es incluir más adelante varias poblaciones cercanas.
“El 100% de los paquetes debe entregarse a la clientela el mismo día del pedido, antes de las diez de la noche, de lunes a domingo”, detalla el documento.
Riesgo de aumento del consumo
Sin embargo, no son pocos los expertos que consideran que legalizar la marihuana y facilitar aún más su distribución y entrega rápida a los consumidores no va acabar con el mercado negro.
Además, aunque “el proyecto puede incentivar que los hábitos de compra se dirijan más a vías legales, como afirma Jean-Sébastien Fallu, profesor de psicoeducación en la Universidad de Montreal y experto en adicciones, va acompañado de otros problemas.
En ese sentido, algunas voces en los medios de comunicación de Quebec ya advierten de que las entregas rápidas podrían provocar que aumente el consumo de cannabis.
En cuanto a la venta ilegal, como reconoce Fallu, “las entregas ilegales a domicilio ya existen. De hecho, en Montreal hay toda una red al margen de la ley que funciona de forma eficiente desde hace tiempo. No se va a crear algo nuevo”.
El diario El País hacía mención el pasado 23 de diciembre a un testimonio, David, un montrealés que fuma marihuana varias veces a la semana: “vivo a media hora en transporte público de la tienda de la Sociedad Quebequesa del Cannabis más cercana y en ocasiones la compro cuando paso por una de estas tiendas”.
Pero, añadía que no adquiere la hierba por Internet a través de la página de la compañía estatal porque tarda varios días en llegar. “Cuando ya no me queda, llamo a la persona que me la ha vendido desde hace años y la trae el mismo día a casa”.
También destacaba que “está muy bien que la SQDC pueda ofrecer un tiempo de entrega igual o menor, pero mi decisión va a depender de cuánto cueste el servicio”.
El cannabis legal, mucho más caro
Al respecto, Giguère dice que, por el momento, no se puede saber el coste que tendrá esta opción para el consumidor. “Trataremos de mantener los costes más bajos por este servicio, pero debemos determinar las tarifas con la compañía que cumpla con todos los requisitos”, precisa.
En cualquier caso, la compra en el mercado ilegal está muy por debajo de lo que por ahora ofrece la SQDC; el billetero juega un papel fundamental en contra de la marihuana legal.
El precio por gramo legal, teniendo en cuenta las diferentes variables y presentaciones, viene a ser de una media de 5,70 euros, mientras en el mercado negro ese precio cae hasta los 3,80 euros.
Aunque el control de calidad y la infraestructura de distribución vienen a justificar la diferencia, para los consumidores de hierba en el mercado negro ese es un factor a considerar.
Entre los 18 y los 21, a por el mercado negro
Por otra parte, hay que considerar que el partido en el poder en esa provincia desde octubre del año pasado se comprometió a modificar la edad mínima de compra y consumo de cannabis: 21 años en vez de 18. Y el 1 de enero entró en vigor esta disposición.
Eso empuja a los jóvenes que están en esa franja de edad, entre las de mayor consumo, a recurrir al mercado negro: “hay un mensaje contradictorio. El proyecto piloto apunta en la buena dirección, pero no lo podrá utilizar un grupo de edad con un alto consumo”, advierte Fallu.
Tras legalizar la marihuana, “el cambio de 18 a 21 años es una medida lamentable desde la salud pública. Va a provocar el efecto contrario: no protegerá más a los jóvenes, sino que los obligará a seguir comprando en el mercado ilegal”, concluye.