El pasado 8 de noviembre informábamos acerca de las grandes cuestiones en torno al futuro de la era digital, sobre el que los expertos son “optimistas para los próximos 50 años”, aunque también advertían de los riesgos que conlleva.
Al respecto, “530 pioneros de la tecnología, innovadores, desarrolladores, líderes empresariales y políticos, e investigadores” respondieron a una serie de preguntas contempladas en una encuesta elaborada por el Pew Research Center.
Entre las respuestas que se obtuvieron a partir del estudio ‘Experts Optimistic About the Next 50 Years of Digital Life’, cabe resaltar que dentro de 50 años “los beneficios” de la era digital “superarán las pérdidas”.
Sin embargo, el informe también advierte de que el futuro de Internet “estará muy alejado de la romántica igualdad informativa de los años 90”.
Al mismo tiempo, para 2069, “la distinción entre el mundo físico y el digital se desvanecerá” y se corre un cierto riesgo de “encontrar amigos en lugar de construir amistades (y matrimonios)”.
La opinión de los expertos
Esta es una muestra de las opiniones de algunos de los expertos sobre esta cuestión, que se pueden consultar en su totalidad en versión original en inglés en el estudio.
Erik Brynjolfsson, director de la Iniciativa del MIT sobre la economía digital y autor de Machine, Platform, Crowd: Harnessing Our Digital Future:
“No creo que el marco correcto sea ‘¿será el resultado bueno o malo?’, sino que debe ser ‘¿cómo formaremos el resultado, que actualmente es indeterminado?‘. Tengo la esperanza de que logremos las elecciones correctas, pero solo si nos damos cuenta de que los buenos resultados no son en absoluto inevitables».
David Bray, director ejecutivo de la coalición de Internet centrada en las personas:
“Habrá una serie de interrupciones en nuestra forma de vida actual y si nosotros, como humanos, los navegamos con éxito en beneficio de todos o, desafortunadamente, solo un pocos, queda por ver…
Lo que estamos viendo es una creciente asequibilidad y disponibilidad de tecnologías que solo estaban disponibles para grandes estados-naciones hace 20 años.
El sector comercial ahora supera el desarrollo tecnológico de los estados-nación, lo que significa que los grupos pueden tener tecnologías disruptivas avanzadas que pueden usarse para bien o para mal, y que pueden impactar masivamente en los eventos globales. Esta tendencia continuará y desafiará la capacidad de absorción de las sociedades para mantenerse al día con tales desarrollos tecnológicos.
Ya no tenemos de 5 a 10 años para evaluar el impacto de una tecnología y luego incorporar normas, leyes, etc. Ahora tenemos que operar en un horizonte temporal de seis o tres meses que, cuando se combina con la tendencia de los medios a simplificar drásticamente las noticias y reduce las complicaciones en las narrativas sobre lo que está ocurriendo, corre el riesgo de simplificar demasiado para el público los problemas en cuestión, polarizando a los diferentes grupos y creando un número cada vez mayor de ‘problemas de cuña’ en las sociedades».
Esther Dyson, empresaria, ex periodista, presidenta fundadora de ICANN y fundadora de Wellville:
“El impacto de Internet no es completamente inherente a la tecnología, depende de lo que hagamos con él. Es tan poderoso que nos ha dado la oportunidad de satisfacer muchos de nuestros deseos a corto plazo al instante.
Necesitamos aprender a pensar a largo plazo. Hasta ahora, hemos hecho un mal trabajo: los individuos son adictos a los placeres a corto plazo, como los gustos y otros reconocimientos (por no mencionar las drogas y los placeres ordenados en línea disponibles al instante) para encontrar amigos en lugar de construir amistades ( y matrimonios); empresas para aumentar las ganancias trimestrales y reclutar ‘estrellas’ en lugar de invertir en su propia gente, sin fines de lucro para ejecutar programas en lugar de crear instituciones; y políticos en busca de votos y poder.
¿Tenemos la sabiduría colectiva para educar a la próxima generación a mejorar a pesar de nuestro pobre ejemplo?
Susan Etlinger, analista de la industria para Altimeter Group y experta en datos, análisis y estrategia digital:
“En 50 años, lo que conocemos como Internet será en gran parte obsoleto. En lugar de organizar información en forma de URL, aplicaciones y sitios web, nuestras interacciones digitales serán conversacionales, tácticas e integradas en el mundo en que vivimos (incluso, en cierta medida, en nosotros mismos).
Como resultado, la distinción entre el mundo físico y el digital se desvanecerá en gran medida.
Las prótesis, las imágenes, la detección de enfermedades y patógenos, y la ciencia del cerebro (identificación, comprensión y tal vez incluso modificación del funcionamiento del cerebro) verán avances mucho más allá de lo que podemos imaginar hoy.
Nuestra capacidad para comprender el clima y el mundo natural a escala será inmensamente poderosa, impulsada por los avances en inteligencia de máquinas y redes.
Sin embargo, todas estas innovaciones significarán poco si los algoritmos y la tecnología utilizados para desarrollarlos no se aplican con la misma atención a las consecuencias humanas que a la innovación.
Incluso hoy en día, la noción de ‘Informe de Minorías’ de ‘pre-crimen’ es posible utilizando tecnología de vigilancia policial predictiva. Sin embargo, es solo un ejemplo de cómo el sesgo incrustado puede perpetuar e intensificar la injusticia.
Esto también es cierto en educación, atención médica, nuestro sistema financiero, política y realmente todos los sistemas que utilizan datos para generar predicciones sobre el mundo y el futuro.
Esto no significa en absoluto que debamos retirarnos, sino que debemos aprovechar la oportunidad que las tecnologías inteligentes nos brindan: ver y comprender mejor nuestros prejuicios para poder optimizar el mundo que queremos, en lugar de una versión más eficiente del mundo que ya tenemos.
Ya hemos visto esta capacidad armada en la esfera política; las decisiones que tomemos ahora establecerán un precedente para saber si podemos utilizar tecnologías inteligentes de manera justa y ética, o si en 50 años nos hemos consignado a un estado permanente (y literal) de guerra de la información«.
Lindsey Andersen, activista en la intersección de los derechos humanos y la tecnología de Freedom House e Internews, que ahora realiza investigaciones de posgrado en la Universidad de Princeton:
“Los beneficios netos para las personas, en el acceso a los servicios gubernamentales, la información y la calidad de vida, superarán las pérdidas netas.
Dicho esto, como con cualquier avance importante, habrá ganadores y perdedores. Las pérdidas probablemente vendrán en forma de empleos, autonomía e incluso libertad.
Pero, tal vez por primera vez, estamos en condiciones de mitigar estas pérdidas porque podemos predecirlas. Y si comenzamos a resolver los problemas que tenemos hoy con la tecnología, ayudará a abordar los problemas del futuro”.
Alex Halavais, profesor asociado de tecnologías sociales en la Universidad Estatal de Arizona:
“El desarrollo y la difusión de nuevas tecnologías han tenido un efecto neto positivo en nuestra sociedad a lo largo del tiempo. Aunque, ciertamente, ha habido varios eventos casi cataclísmicos en los últimos dos ciclos de 50 años, y actualmente estamos experimentando el lento desastre motivado tecnológicamente del antropoceno.
Pero, con el tiempo, estas tecnologías han ayudado a permitir más libertad que opresión, más abundancia que privación y más creación que destrucción. Apostaría a ese futuro«.
Fiona Kerr, profesora industrial de complejidad neuronal y de sistemas en la Universidad de Adelaida:
“La gente ama las cosas brillantes. Las adoptamos rápidamente y luego resolvemos las desventajas, lentamente, a menudo priorizando el riesgo litigioso.
Internet ha sido un resumen maravilloso de lo mejor y lo peor del desarrollo y la adopción humanas, haciéndonos una extraña mezcla de conectado y desconectado, informado y canalizado, comprometido y aislado, a medida que aprendemos a diseñar y usar plataformas multipropósito diseñadas para una economía de atención”.
Joly MacFie, presidente del Capítulo de Nueva York de Internet Society:
«Todavía estamos en la adolescencia de la sociedad digital. La madurez traerá ubicuidad, comprensión, utilidad, seguridad y solidez”.
Randy Marchany, director de seguridad de la información en Virginia Tech y director del Laboratorio de Seguridad de TI de Virginia Tech:
«Creo que veremos el mayor cambio en la interfaz hombre-máquina. Al principio, los dispositivos basados en teclado eran la forma principal de comunicarse con una computadora. Hoy en día, los dispositivos de lenguaje natural (Watson, Alexa, Siri) se están convirtiendo en la norma.
Las generaciones más jóvenes están utilizando cada vez más métodos de conversación para comunicarse con sus dispositivos. Los descendientes de los dispositivos de estilo Google Glass que muestran información utilizando técnicas de realidad aumentada se convertirán en la forma normal de acceder e ingresar información.
Sospecho que los gobiernos se encontrarán en desacuerdo con las corporaciones que recopilan estos datos. Por ejemplo, si Facebook puede influir en una elección, ¿le teme un gobierno, se asocia con ella o se hace cargo por completo?
La tecnología creará interrupciones sociales a las ‘revoluciones industriales’ anteriores a medida que las tecnologías más antiguas y sus trabajos desaparezcan, y la fuerza laboral necesita capacitación en las nuevas tecnologías.
Esta interrupción causará cambios fundamentales en los gobiernos, las actitudes y la forma de vida. Habrá una polarización de puntos de vista entre la nueva tecnología y los viejos mundos tecnológicos. La forma en que lidiemos con esta polarización determinará si la transición es pacífica o no».
Richard Forno, del Programa de Posgrado del Centro de Ciberseguridad y Ciberseguridad de la Universidad de Maryland-Condado de Baltimore:
“Algunas ideas:
1) Veo el futuro de Internet como más comercializado y bloqueado en respuesta a los intereses corporativos / gubernamentales sobre Controles de propiedad intelectual, ciberseguridad y quizás discurso público, para incluir la promulgación de fronteras nacionales en el ciberespacio.
2) Continúa la balcanización de Internet en el futuro a medida que las personas adoptan varias tecnologías nuevas, ¿qué plataforma de Internet de las cosas usarán? ¿Qué plataforma ‘inteligente’, cualquiera que sea, se convertirá en dominante? ¿Tendremos muchos ecosistemas separados con ciclos de vida todavía no definidos y/o ciclos de soporte de proveedores que conduzcan a actualizaciones forzadas? ¿Qué problemas planteará eso?
3) Las preguntas actuales planteadas sobre cómo la tecnología de Internet, como las redes sociales, los dispositivos móviles, impacta en la sociedad, bien pueden preparar el escenario para un replanteamiento radical sobre cómo será el futuro de Internet, y sospecho que estará muy alejado de la romántica ‘igualdad informativa’ de los años 90 y principios de los 2000.
El resultado final: el futuro internet reflejará la futura humanidad. Los humanos son una especie caótica y falible, por lo que la forma en que desarrollaremos/adoptaremos la tecnología futura dentro de nuestra sociedad global no es algo fácil de predecir, aparte de decir que reflejará puntos de vista, costumbres e intereses contemporáneos».
John McNutt, profesor de la escuela de política pública y administración de la Universidad de Delaware:
«No todas las tecnologías son una buena idea, y cada avance debe considerarse cuidadosamente en términos de sus consecuencias.
En conjunto, la tecnología ha hecho posible mucho progreso humano. Es probable que esto continúe. Siempre tendremos falsos comienzos y malas ideas.
La gente usará mal la tecnología, a veces de manera horrible. Al final, el progreso humano se basa en crear un futuro apuntalado por el conocimiento, no por la ignorancia«.
