Hoy día 18 de octubre la Iglesia hace memoria del evangelista San Lucas, compañero inseparable de San Pablo en sus viajes apostólicos. La Iglesia celebra su memoria hoy. La casulla es la de color rojo propia de la memoria litúrgica de los mártires. He encontrado un link muy clarificador. Tiene una duración de 11 minutos y 15 segundos. Atiendan este link. Es una concisa homilía laica a cargo de persona joven de fecha 18 de octubre de 2018. Se cumple un año de su emisión inicial.
San Lucas (Lc 2, 40-52) recoge – en detalle y no en síntesis – este episodio que constituye el quinto misterio de Gozo del Santo Rosario, acerca de la pérdida y hallazgo de Jesús en el templo. Tenía 12 años y se quedó en Jerusalén. Iban ya de vuelta en la caravana. Maria y José tuvieron que regresar a Jerusalén. Al tercer día ya en Jerusalén lo encuentran en los atrios del templo, donde los doctores de la Ley ponían cátedra. Los oyentes, sentados en el suelo, escuchaban las lecciones de los doctores. Jesús está, como uno de tantos, escuchando y preguntando; pero con sus preguntas descubre su maravillosa sabiduría y ciencia precoz. Hace meditar con ellas a los doctores sobre los sentidos de las divinas Escrituras. Era un modo de enseñar acomodado a la edad que tenía.
San Lucas no era judío. Era un gentil converso. Era médico. En sus relatos precisa detalles. Concluye el pasaje evangélico en el versículo 52 con estas palabras: Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres. Junto con la edad, el incremento de sabiduría y del estado de gracia ante Dios Padre y ante los hombres. Aunque sin la gracia de Dios nada podemos hacer, El quiere de nosotros que pongamos de nuestra parte. Incrementar en nosotros la sabiduría nos obliga a la actitud de permanente aprendizaje. Incrementar el estado de gracia requiere una actitud de mejora, de perfección, de oración, de amor a Dios y al prójimo. El incremento de edad ayuda cuando en paralelo aprendemos y rezamos. Es entonces cuando alcanzamos una madurez cristiana en nuestras vidas.