Monseñor Munilla considera que se trata de una proyección de nuestra mentalidad relativista y una proyección de la mente atormentada de Martin Scorsese.
Silence, protagonizada por Andrew Garfield, Adam Driver, Liam Neeson, Ciarán Hinds, Issei Ogata, Tadanobu Asano y Yoshi Oida, entre otros, narra una historia sobre la persecución de misioneros católicos en el Japón del siglo XVII y sobre la crisis de fe de su protagonista. La película está basada en la adaptación de la novela del mismo título del escritor japonés y católico Shusaku Endo.
En ese contexto, dos jesuitas portugueses viajan a Japón en busca de un misionero que, tras ser perseguido y torturado, supuestamente ha renunciado a su fe. A su llegada, ellos mismos vivirán el suplicio y la violencia con que los japoneses reciben a los cristianos.
Planteamiento totalmente falso
El obispo Munilla, en unas declaraciones emitidas el pasado día 20 en el programa Sexto Continente, que él mismo dirige desde Radio María, considera que los padres jesuitas dieron un testimonio de fidelidad impresionante en medio de aquella prueba martirial y que la apostasía en ningún momento fue lo que allí primó.
La película plantea que los jesuitas terminan apostatando porque para poder salvar la vida de uno mismo y de los demás uno puede apostatar y decir bueno yo interiormente soy fiel a Jesucristo aunque exteriormente no lo sea y deja de ser cristiano y pasa exteriormente a ser budista en vez de cristiano, como si la fe adulta de los jesuitas les puede permitir hacer esta distinción: apostato por fuera aunque por dentro siga siendo cristiano, pero el pueblo no formado teológicamente van al martirio de cabeza. Eso, históricamente, es totalmente falso, denuncia monseñor Munilla.
Ellos fueron los que abrieron el martirio, los que iban por delante. Esto es una gran falsedad histórica, insiste el obispo de San Sebastián durante la entrevista.
Reflejo del actual relativismo
Yo creo que en realidad la película es una proyección de nuestra mentalidad relativista, aseguró el prelado. Una proyección de la mente atormentada de Martin Scorsese, añade sobre el prestigioso director de cine.
El obispo Munilla comenta que, cuando terminó de ver el filme, la impresión que le dejó fue menuda proyección de una mente atormentada, que está interiormente dividida, que no tiene una unidad de vida. Como no tengo una vida unificada, proyecto mi crisis interior en una película, dice sobre Scorsese.
Más adelante, recuerda que en el filme se intenta plasmar que Jesucristo le pide al padre Rodríguez que apostate y que pise la imagen de Jesucristo. Es un absurdo. [ ] Yo creo que esta película es una película errática, en la que en el fondo lo que se está es proyectando el relativismo de nuestros días, insiste.
Es la proyección del relativismo de quien puede plantear una vida sin coherencia interna. Pacto con Jesucristo pero pacto con el mundo. Yo creo que esto es lo que se expresa en la película, agrega en la grabación.
Si os fijáis en la película, al final, esos jesuitas que han apostatado teóricamente para salvar la vida de los demás terminan ellos, en la propia película, convirtiéndose en delatores de otros cristianos para que les cojan presos, con lo cual la propia tesis humanitaria queda absolutamente difuminada, concluye.
Imágenes del filme de Scorsese:
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“SILENCIO”: 6 RAZONES PARA QUE UN CATÓLICO NO SE FIE EN ABSOLUTO DE ESTA PELÍCULA.
1. Scorsese es autor de una de las películas más blasfemas de toda la historia del cine: «La última tentación». Y basta conocer el guion de la película para saber que no solo es claramente satánica, sino que está diseñada con una inteligencia deslumbradora para sembrar la semilla de la apostasía en el alma de los creyentes.
2. Porque Scorsese nunca ha dado muestras de arrepentimiento. Y eso es una clara señal que la presencia del Malo en su alma es evidente… Y esta película lo confirma.
3. Porque existiendo terribles persecuciones, terribles martirios y millones y millones de mártires… La película se fija en la minoría de los que han apostatado. De hecho ni siquiera conozco si la historia de la película es cierta… Lo que si sé es que miles de bautizados japoneses prefirieron las peores muertes (por ejemplo crucifixiones) antes de apostatar.
4. La fe de los católicos japoneses fue tan fuerte que siglos después, viviendo en la clandestinidad y sin sacerdotes y sacramentos, conservaron la fe de generación en generación. Y que cuando siglos después llegaron los primeros sacerdotes católicos a Japón, habían personas se acercaban a esos sacerdotes con el gozo de que por fin iban a recibir todos los sacramentos… Contra eso mártires (los que sufrieron martirio de sangre y los que sufrieron el martirio de la clandestinidad) esta película es ofensiva.
6: El cálculo implícito del apostata de la película es: vale más que sea apostata y pise un crucifijo, antes que maten el cuerpo de mis fieles (y de paso el mío)… Con ese razonamiento demuestra Scorsese hasta qué punto no es católico. Y hasta qué punto está en las antípodas de la fe católica, para la cual la vida eterna es infinitamente más valiosa que esta vida.
La pelicula Silence en lo personal estaba muy emocionada por verla pero como usted dice y tiene mucha razón, este autor trata de humillar la fe que uno tiene como católico, sin embargo mi fe es clara, pero si imagina usted las personas que vieron está pelicula, más si son personas ateas o de alguna otra religión, eso buscando como dañar a la iglesia. Cuando vi que la pelicula estaba terminando y de ese modo me decepcione tanto.
Ni modo lo que queda es orar por este autor y por su conversion ya que está muy mal, la buena noticia que aquí en el lugar que vivo solo estuvo una semana.
Veo tu comentario plagado de miedo, un verdadero cristiano no tiene que temerle a estas «mentiras» . si de verdad cree en nuestro señor debe ser por convencimiento no porque se lo han impuesto desde chico.
Un saludo.
jimmy gonzalez desde cali colombia
La pelicula es extraordinaria, pero en mi concepto se derrumba al final, no creo que sea injusta con los martires, pues se denuncia aqui todo su padecimiento.
Ahora bien,cualquier persona que sea sometida a esta clase de torturas, puede dudar, somos humanos y el dolor propío y ajeno en detreminado momento hacen que alguien se quiebre.
Habra quien diga » me hago matar por mi fe» pero decirlo y vivirlo hace la diferencia.
Si algun padre o catolico, jesuita o los mismos fieles tuvieron que apostatar para defender su vida , sus familias y sus generaciones, yo no los castigo por eso y Dios todopoderoso humildemente,creo que tampoco.