La crisis del bienestar está profundamente ligada a un sistema piramidal en la que los trabajadores en activo cubren las pensiones de las personas que no pueden trabajar: las personas que tienen una discapacidad de algún tipo y las personas que han superado la edad de jubilación y se dispone a encarar la etapa final de su vida.
Esa crisis está provocada por la crisis de natalidad que afecta de manera generalizada a Europa y de manera muy concreta a España, que está por debajo de los 1,4 hijos por pareja cuando la tasa de reposición está en 2,1.
Ahora, esa crisis se agudizará especialmente con la llegada de la denominada «generación del baby boom» a la edad de jubilación. La pirámide del sistema del bienestar español se resquebraja ya que la sociedad está envejecida y las personas en edad de trabajar no pueden soportar el enorme número que representan a los jubilados. El problema: los españoles no tienen suficientes hijos para dar el relevo generacional.
Esta legislatura se enfrentará a este desafío
Al final de esta legislatura, 2022 y 2023, comenzarán a llegar a los 65 años quienes nacieron entre finales de los años cincuenta y ochenta del siglo XX. Llegar a ese momento con el déficit que padece actualmente el sistema de pensiones (más de 18.000 millones) dependerá de los diputados que se elijan el 28 de abril.
Todavía hay tiempo para cumplir con la tradición que ha seguido esa comisión parlamentaria, que ha renovado sus recomendaciones cada ocho años desde que se creó en 1995. Pero los números rojos continuados desde 2011 y el envejecimiento desaconsejan esos plazos esta vez.
Albert Esteve, director del Centre d’Estudis Demogràfics, afirma en declaraciones al diario El País: “Vamos hacia unos años en que se va a jubilar mucha gente que, además, va a vivir mucho tiempo”. ¿Cuánta gente se va jubilar en los próximos años? Ahora hay cerca de seis millones de personas con entre 55 y 65 años. En 2050 habrá unos 15 millones de pensionistas. ¿Y cuánto vivirán? Según el INE, a mitad de este siglo a una mujer que cumpla 67 años todavía le restarán unos 25 años más (ahora 21,4); a un hombre, 21 (en la actualidad 17,8).
Resolver este asunto es capital no solo por estas cuestiones objetivas, también por causas ligadas directamente a la política y los intereses electorales. Como se vio en marzo de 2018, los pensionistas movilizados en la calle son una fuerza que teme cualquier Gobierno. Algo que se confirma con dos datos: hay 9,5 millones de pensionistas, de los que unos 6,4 millones son jubilados.
Estas cifras empujan a los partidos a no volver la cara al problema en sus programas electorales. Aunque hay diferencias en la forma de abordarlo, entre las formaciones que están ahora en el Congreso nadie pone en duda el sistema actual de reparto, en el que, sobre el papel, se pagan las pensiones actuales con las cotizaciones de quienes están trabajando.
2 Comentarios. Dejar nuevo
La solución es dar algún trabajo a los mismos jubilados para que sean rentables a la sociedad. Esto de vivir jubilado sin hacer nada es lo que conviene suprimir a menos que la persona esté inabilitada por enfermedad.
Los jubilados ya han sido rentables, lo que tienen que hacer los politicos es hacer buena politica:
– lo primero no jubilar a gente antes de cumplir los 50 años como han hecho los bancos y otras empresas y como vienen haciendo, si la jubilación es a los 65, que sea así para todos.
– Incentivar la natalidad, en vez de pagar abortos a diestro y siniestro.
– Crear empleo de calidad, en vez de pagar a los jóvenes unos sueldos miserables, cuando tienen que empezar a crear una familia.
– Cuando un presidente de gobierno o cual quier cargo en la politica, ternmina su mandato, que no tenga «un sueldazo de por vida», nadie es más que nadie, que se jubieln cuando les toca y cobren lo que le corresponda como jubilado.
Y por supuesto la corrupción, que se acabe cuanto antescon esa lacra, ya que les gusta tanto lo de los inspectores, que tambien inspeccionen las cuentas de los politicos.
Personalmente, le puedo decir que he sido ama de casa, hemos criado a una familia numerosa, gracias a Dios, les hemos dado estudios, estan trabajando, (ahora como todos, con sueldos bajos) no he tenido sueldo y tampoco tendré pensión, pero lo que no me gusta nada es que, Dios no lo quiera, si me quedo viuda, como tantas hay en nuestro país, tendría que ponerme a trabajar de lo que sea para poder seguir viviendo, ya que la pensión bajaría casi a la mitad.
¡No quiero que me den, pero tampoco que me quiten!
los gastos son casi los mismos: impuestos y gastos de casa, calefacción, electricidad…